Apostillas. El Bochi celebró a la par del Bosque

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El Bosque fue una fiesta, llena de color, homenajes y ovaciones. El recuerdo a Diego fue constante, la alegría de la vuelta a casa inolvidable, para colmo Lucas Licht escribió un capítulo más en su historia con el Lobo.

Toda la jornada tuvo un condimento especial para los hinchas triperos. Desde la previa, hasta el final del partido. Es que la primera gran alegría de la jornada para todo el público gimnasista fue lo que se sintió como el primer triunfo de la tarde: La vuelta al Bosque, el regreso a casa.

Fue una batalla marcada por el compromiso, la identidad, el sentido de pertenencia y la defensa del patrimonio propio. Es más no sólo la alegría estuvo basada en la goleada y el regreso, sino en el poder vislumbrar lo que será la ampliación de la Platea Néstor Basile, próxima a estrenarse en el clásico del siguiente fin de semana.

La tarde, además, inició con emoción dado el bello homenaje realizado por hinchas y jugadores albiazules a Diego Armando Maradona – mañana será el aniversario de su fallecimiento- y continuó con el inconfundible grito de guerra: “En el Bosque, me enamoré de ti”.

Más de 20 mil hinchas coparon el Juan Carmelo Zerillo, un martes a las 17 horas. Hazañas tradicionales para el triperío -es cierto-, pero poco importó la jornada y la rutina laboral de la semana, o el calor agobiante. Había que alentar a La Piponeta. Que de yapa, no le falló a su gente.

“Tenemos que aprovechar la localía, pero la algarabía debemos generarla nosotros desde adentro para ellos”. Dijo Gorosito en conferencia, luego de llevarse lo que fue su primera gran ovación en el Bosque.

Carbonero, luego de su primer tanto fue el primero en recibir el apoyo absoluto de “La 22”. Luego fue turno del Pulga, que al poner el 3 a 1 escuchó su primer “Olé, olé olé, Pulga, Pulga”. El experimentado atacante marcó su sexto gol con la camiseta Mens Sana, quinto en el torneo.

Por supuesto, luego del 4 a 2 y con la victoria asegurada no faltaron los aplausos y cantos para Lucas Licht. El eterno capitán rompió un récord memorable, superó a Jorge Héctor San Esteban y es el defensor más goleador de la historia de Gimnasia. Además el eterno capitán se conviritió en el goleador más longevo de la historia tripera y el segundo de la Liga Argentina, después de Sand.

Todo terminó con lujo, con alegría y cantos de apoyo al equipo de Gorosito. El hincha tripero sueña más que nunca con volver a jugar una copa internacional, mira de reojo y de modo posible a la Copa Sudamericana y ya tacha los días de cara a lo que será el clásico platense. El plantel piensa, claro está en el compromiso del 28 ante el Bicho. Pero la gente ya cantó palpitando el derby del 5 de diciembre.

El regreso, tan esperado, tan ansiado, terminó siendo soñado. Y en el Lobo, desde la llegada de Pipo, sienten que los sueños están para cumplirse.