Hizo lo que pudo

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En una tarde dónde el equipo y el banco se determinó a último momento, Gimnasia obligado a jugar pese a 13 bajas por Covid, luchó hasta dónde pudo con un mix de titulares, suplentes y juveniles frente a Lanús pero terminó cayendo 4 a 2. Dos golazos de Lucas Licht para el recuerdo.

El partido no resistió demasiado análisis, Lanús cumpliendo con el objetivo de un partido que le cayó del cielo, Gimnasia luchando con armas nobles y mezclando experiencia/ jerarquía, con talento/ juventud.

No fue un mal comienzo, ambos clubes proponían, pero el Lobo era un equipo del medio para adelante y otro hacia atrás. Facundo Pérez, aprovechó la inexperiencia y a los 15′ adelantó a la visita. Todo indicaba que la cosa se haría cuesta arriba, pero Licht a los 22′ desbordó por izquierda y consiguió un corner. Qué segundos después tras enorme envío de Matías Miranda el mismísimo capitán Bochi cambió por un golazo de antología. 1 a 1 y el partido torcía su rumbo.

El partido se volvía parejo, de ida y vuelta, pero Pérez adelantaría a la visita nuevamente apenas transcurridos 11 minutos más de juego.  Pudo empatarlo el Lobo con Cecchini probando de lejos y con Weigandt luego de un enorme pase de Brahian Alemán, pero la suerte se jactó de estar del lado de los granates.

Al minuto del segundo tiempo la visita liquidó el partido a raíz de la inexperiencia del Lobo en la marca, el oficio de Sand y la buena puntería de Esquivel. 3 a 1 y todo cuesta arriba para el Lobo. Para colmo Weigandt sustituído por lesión, en su lugar debutaba el lateral Fernando Martínez.

Lo tuvo Carbonero, la suerte no lo acompañó. Lo tuvo Alemán de lejos, pero entre Morales y el travesaño lo privaron de un golazo. Para colmo a los 35 De La Vega aumentaba la cuenta. Pero en un tiro libre a favor y tras gran pase de Brahian a Licht, el histórico capitán puso con otro golazo el descuento definitivo.

Pudo descontar un poco más el Lobo, pero la suerte fue esquiva. Final y derrota 4 a 2 en el Bosque. Un partido que no dejó reproches, dónde llovieron los aplausos de los allegados y ex combatientes presentes y dónde el Lobo como equipo supo estar a la altura de las circunstancias. No así la AFA o la misma Liga Profesional a las que poco y nada les importó el bienestar de sus futbolistas.