Triunfo para creer

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Agónico triunfo de Gimnasia en su visita al Nuevo Gasómetro que, pese a inumerables adversidades, los dirigidos por Martini y Messera se impusieron agónicamente a San Lorenzo, por 2 a 1 gracias a los goles de Eric Ramírez y Lucas Barrios. El Lobo sueña despierto.

Eran muchas las adversidades que se habían presentado, era mucho en lo que había que creer. Y “creer” de eso se trataba. Tal y como nos lo encomendó él, a principios del año pasado, antes de todo lo que ya sabemos. Eso nos podía un tal, Diego Armando Maradona, y eso supieron plasmar en el campo de juego sus muchachos.

Gimnasia visitaba a un siempre complejo San Lorenzo en el Gasómetro, que pondría lo mejor que tenía en cancha y así y todo el Lobo jugó un partidazo. Porque no es que solo logró traerse una victoria, no. Jugó con ganas de jugar la final y se permite soñar en grande. Muy grande.

Los primeros minutos asomaban parejos, a los 4 de la primera parte Eric Ramírez se encontraba con un rebote, que por falta de tiempo para acomodarse le salió al cuerpo de Fernando Monetti. Pero rápidamente contestaría el Ciclón y sería el juvenil Bruno Palazzo quien en la línea salvaría la caída del conjunto Mens Sana. Ambos los querían ganar, pero era el Lobo el más cauto a la hora de cuidar los espacios. Tal fue así que a los 26 minutos Fatura Broun demostró su jerarquía sacando un impresionante tiro libre de Óscar Romero, que tenía seguro destino de red.

Pero cerca de los 30 minutos llegaría la respuesta albiazul, primero por medio de Morales tras una buena ejecución de pelota parada de Ayala, luego por medio de Contín que le rompió las manos a Monetti y su remate terminó estrellándose en la base el poste izquierdo defendido por el ex guardameta albiazul. La polémica llegaría sobre el minuto 45′ cuándo el árbitro Lamolina anulaba mal un lícito gol del Tanque. De este modo e injustamente el Lobo se iba al entretiempo igualando 0 a 0.

Ya en el complemento el partido fue un concierto del Lobo. Una batalla táctica ganada con la mayor dignidad posible para la dupla MesseraMartini por sobre Mariano Soso. Gimnasia presionaba alto al Ciclón, encontraba huecos, espacios y jugaba con la desesperación de un rival que en cancha se mostraba partido.

A los 20′ minutos avisó Contín, que tras un gran centro de Melluso, y dejó estático al golero rival, lamentablemente su cabezazo pasó rozando el poste izquierdo. El Lobo desbordaba, conseguía pelotas paradas a favor y cambiaría la cara a partir de los ingresos de Pérez García y Lucas Barrios. Hasta que a los 29′, llegó el primer desahogo. Un nuevo centro quirúrgico de Víctor Ayala encontró en lo alto a Eric Ivan Ramírez que rompió la garganta de todo el triperío dejando estático al Mono Monetti. Era el 1 a 0 parcial.

Sin embargo, la alegría duró apenas 3 minutos. San Lorenzo buscó y logró igualar mediante un cabezazo de Ángel Romero, que a doce minutos del cierre ponía suspenso y dejaba a ambos conjuntos fuera de la disputa por el pasaje a la final del 17 de enero.

Eric Ramírez lo tuvo en dos ocasiones, pero un off side y la reacción de Monetti le dijeron que no. Sin embargo llegó el delirio. Al minuto 44′ del segundo tiempo José Paradela generó un desborde de nivel elite, lo buscó a Pérez García que dejó en el suelo a Monetti encontró rápido a Lucas Barrios y el experimentado delantero remató a red para dedicárselo a Diego, mirando al cielo, para el delirio y desahogo del banco de suplentes y para que Gimnasia lograse el 2 a 1 definitivo y la tan ansiada victoria.

Ganó el Lobo, se puso a dos de Banfield y sueño. Deberá ganarle en casa al ya eliminado Atlético Tucumán, y deberá esperar positivos resultados en los cruces entre BanfieldSan Lorenzo y ColónTalleres. Pero el Tripero sueña, en grande. Y ¿cómo no hacerlo ante la inmensa actitud del grupo y con el más grande empujando desde arriba?.

“Crean, no dejen de creer”. Diego Armando Maradona.