En un partido que estuvo lejos de las grandes luces, los Sánchez, el despliegue de Enrique y la jerarquía de Tarragona le dieron a Gimnasia un triunfo vital para posicionarse en el torneo.
Gimnasia logró un verdadero triunfazo al imponerse 1-0 a Arsenal en Srandí, con el golazo de Cristian Tarragona. Chirola no lo dudó, apostó de lleno a recuperar al Lobo en el certamen local y la jugada le salió, porque tras imponerse al equipo del Viaducto, los Mens Sana se posicionaron cómodos en la mitad de la tabla y ahora podrán descansar y trabajar en una semana un poco más larga.
Pero claro está, el Técnico no solo analizó las posibilidades, sino también las dimensiones del campo de juego y el manejo del equipo conducido por Carlos Ruiz. Por eso, optó por el ingreso de Guillermo Enrique como titular, y el lateral no lo defraudó. El nacido en Corrientes fue de lo más prolijo del equipo, ordenado en defensa, sereno, e intentando pasar con criterio al ataque. En el reducido campo de juego del Julio Humberto Grondona, siempre supo ser una salida fácil para los conducidos por Chirola Romero.
Otro punto alto, que le da rédito y tranquilidad al entrenador, es el juvenil Nicolás Sánchez, hoy figura de la cancha. El juvenil corrió muchísimo, recuperó bastante, se animó a ser la salida, y fue una seguridad para que Nacho Miramón, previo a irse a jugar el Mundial Sub20, jugase cómodo en Sarandí. Además, venía de jugar como titular entre semana, en la derrota por Copa Sudamericana ante Goiás, y si bien en un momento salió momentáneamente para ser atendido, se confirmó que no sufrió ninguna lesión.
Párrafo aparte, para la muy correcta presentación de su tocayo de apellido, Felipe Sánchez. El central aportó firmeza en todo momento, ganó la mayoría de los duelos ante los delanteros rivales, y manejó los tiempos de la defensa albiazul. Mención de honor para la actuación de Cristian Tarragona, que a base de su jerarquía y confianza, aportó con el gol y dejó su sello en una nueva y merecida victoria de Gimnasia.