Mostró otra cara y fue eliminado

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A comparación de los últimos encuentros, Gimnasia fue totalmente diferente y jugó uno de los peores partidos del año para quedar eliminado. Ahora depositará todas sus energías en la Liga.

Gimnasia quedó eliminado de la Copa Argentina en el Estadio Centenario de Chaco en los octavos de final pero más allá de quedar afuera del certamen, el equipo de Néstor Gorosito tuvo una baja muy grande en rendimientos individuales y colectivos que decantaron en la justa derrota contra Patronato. Sin ideas de juego, sin la intensidad que lo caracterizó en el último tiempo y siendo muy débil en la parte defensiva teniendo muchas dudas hizo que los entrerrianos aprovechen la situación y golpeen en el momento justo porque no lo azotó en ataque sino más bien supo cómo resolver las pocas chances claras que tuvo y luego se dedicó a incomodar a Gimnasia.


Luego de tres vallas invictas y muy buenos rendimientos, salvo Nicolás Colazo el resto de la defensa tuvo un partido muy flojo y así quedó reflejado en los dos goles del Patrón mientras que en mitad de cancha tampoco encontró soluciones. Brahian Alemán volvió a tener otro encuentro bajo y donde no se encontró en cancha pero al igual que contra Godoy Cruz, con un destello pudo ayudar un poco al equipo ya que dio la asistencia del gol. Luego Agustín Cardozo después de mucho tiempo estuvo flojo y estuvo muy bien controlado por una doble marca del rojinegro.
En cuanto a Ramón Sosa sigue en la levantada de su nivel, después de algunos rendimientos flojos, pero el paraguayo no encontró a ningún acompañante en su sintonía para intentar mostrar algo diferente en un encuentro muy planchado.

Mientras que la inclusión de Manuel Insaurralde desde el inicio nuevamente no funcionó como sucedió semanas atrás contra Colón donde luego fue reemplazado en el entretiempo. Por último, Franco Soldano volvió a convertir y es una gran noticia para el Tripero pero en cuanto al juego esta vez se encontró muy solo en ataque porque Lautaro Chávez no aprovechó la oportunidad de jugar en su posición natural como segunda punta porque volvió a ser de los puntos más bajos del equipo.


Además Pipo tampoco encontró soluciones en el banco de suplentes porque los ingresos de Matías Miranda, Benjamín Domínguez, Emanuel Cecchini y Tomás Muro no cambiaron la ecuación de lo que estaba sucediendo dentro de la cancha y no se logró cambiar la cara de un equipo sin respuestas y sin intensidad, lo cual fue una cara que salvo contra Atlético Tucumán y River luego no mostró durante el resto del año.