El mediocampista central fue el punto más alto del Lobo en la igualdad en Avellaneda. Loables producciones de Brahian Alemán, Luis Miguel Rodríguez y la buena tarea de siempre para Manuel Insaurralde.
Gimnasia rescató un empate en su visita a Independiente y redondeó una aceptable labor, por lo que el punto terminó tomando color por las formas, si bien aún quedan en el debe varias cuestiones que todavía tienen que mejorar, marcado incluso por el propio Gorosito en conferencia (ver aparte).
En cuanto al detalle de las individualidades, Cecchini fue de menos a más y terminó siendo claramente la figura de Gimnasia, y del partido. Le dio equilibrio, impidió circuitos de juego en el triángulo que diseñó el Rojo con Soñora-Blanco-Romero y ganó muchos duelos en ese trajín del terreno. Además, aportó buen pase y un dato saliente es que sostuvo una amarilla a cuestas durante todo el segundo tiempo, poniéndole la cereza al postre con una salvada fundamental sobre la línea cuando parecía gol de Barreto.
Asimismo, Brahian Alemán volvió a ser la manija. Por él pasa el juego albiazul, y a la vista quedó en el precioso pase para el gol de Carbonero. Insaurralde, otro punto alto que siempre entrega todo. Corriendo mucho, y bien (de lo más difícil de este deporte).
Luis Miguel Rodríguez fue claridad, jugó un partido más que correcto y tuvo una entrega destacable desde el minuto 1 al final, en un reducto que siempre suele ser complejo.
Gimnasia dio buenas señales después del paso en falso anterior. Ahora, debe sostenerlo y construir desde una idea madre que aún le falta terminar de diseñar y por la cual volcarse. Pero así, sí. Siempre hablando desde lo que tiene y puede ofrecer.