El Tanque vuelve feliz de “La feliz” quebró su sequía goleadora con dos tantos, asistió al Pulga en el primer del equipo y fue una pesadilla para el fondo local. El ingreso de Cecchini, un enorme acierto de Gorosito.
Fue una tarde soñada para el Lobo, pero más aún para Contín. Gimnasia llegaba a Mar del Plata con la necesidad de romper rachas, necesitaba volver a ganar de visitante.
Contín pagó la confianza puesta por Gorosito en la semana con goles y hasta asistencia. Marcó dos tantos y habilitó de cabeza a Luis Miguel Rodríguez para que el Lobo marcase el 1 a 0 parcial cuando apenas transcurría un minuto de juego. Además fue intratable y tuvo distintas posibilidades para vovlerse a La Plata con un triplete.
Otro punto alto, y acierto del DT, fue Emanuel Cecchini. El ex Banfield fue el termómetro de Gimnasia en la mitad de la cancha, recuperó, jugó, equilibró y su sociedad con otro correcto Manuel Insaurralde le permitió al equipo dejar atrás falencias de otros partidos y jugar mucho más corto.
Gimnasia fue un equipo distinto, con una idea de juego clara – en la que poco a poco comienza a notarse la mano de su entrenador-, directo a la hora de jugar y esto le permitió a sus delanteros jugar más cómodos. Luis Miguel Rodríguez lo notó y más allá del golazo inicial que supo aprovechar apenas iniciado el partido, jugó libremente, se asoció a la perfección con un incansable Alemán y le facilitó jugar a sus compañeros de equipo.