Sin reproches

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Gimnasia, pese a innumerables adversidades, dejó todo y le jugó un partidazo a Talleres en el Bosque. Sin embargo faltando pocos minutos no pudo sostener la victoria e igualó 2 a 2, quedando a cinco puntos del líder a falta de seis en juego. Morales y Palazzo, los autores de los goles.

Pasó de todo. Pero de todo. La pérdida de jugadores sustanciales por lesión, suspensiones, dos bajas de último momento por Covid-19. La nueva normalidad se hizo sentir en la previa y un Gimnasia diezmado, con jugadores habitialmente alternativos y juveniles debió recibir al siempre complejo Talleres en el Bosque.

El comienzo fue malo, pese a que de arranque en base a una buena presión alta Víctor Ayala hizo temblar el travesaño del arco defendido por Blázquez, y de rebote Pérez García llamó a la acción al golero. Talleres respondió con Retegui, pero la fortuna acompañó al Lobo. Se vivían 19 minutos intensos de fútbol. Hasta que un desperfecto técnico dejó al Zerillo a oscuras.

20 minutos Después, regresó la luz y con ella el fútbol. Sin embargo el Lobo pareció continuar en penumbras, porque sólo pasaron 2 minutos para que el sector derecho defendido por Ayala y Morales volviera a sufrir sobresaltos y en base a pelota parada y un desvío fortuito Méndez le diera la ventaja parcial a La T. A partir de ello, desordenado pero con el corazón el la mano Gimnasia lo buscó más. Y mediante pelota parada mereció irse al descanso empatando, pero la suerte no estuvo se su lado.

En el complemento la dupla sacó a Paradela y sumó a Bruno Palazzo, el defensor hizo su debut, corriendo a Morales de lateral derecho, subiendo a Ayala al medio y dibujando un 4-4-2 para que el Lobo fuera en busca del partido. Vaya si funcionó, que el esquema potenció el juego de Matías Miranda (figura indiscutida) y Pérez García. Ellos fueron quienes encontraron el hueco para que a los 4 minutos del complemento Leo Morales – que ya había avisado antes- le rompiera el arco a Blázquez para decretar el 1 a 1 parcial.

Gimnasia era más y merecía la ventaja, pero la dupla se vio obligada a sustituir a sus generadores Pérez García y Miranda ya que habían fundido motor y el equipo debía buscar la victoria (dado el triunfo de Banfield en Santa Fe). Talleres, con más resto físico, equilibró. Pero un buen ingreso de Lucas Barrios- cuando el Lobo jugaba decididamente 4-3-3- cambió las cosas. Rápidamente el experimentado delantero consiguió un tiro libre que Ayala quiso cambiar por gol, pero la pelota fue desviada al corner. En esa misma pelota parada llegó el envío para que Bruno Palazzo saltara más alto que todos y cumpliese el sueño del pibe, debut y gol para el juvenil que a los 34 minutos le daba el 2 a 1 a Gimnasia.

La ilusión estaba más latente que nunca, Lucas Barrios probó, pero la suerte le fue esquiva. Y peor aún, a los 39 los cordobeses encontraron un hueco para que Soñora rematara libre, un desvío condenó al Lobo y fue el 2 a 2. Lo tuvo Carbonero – de flojo ingreso en el cierre- pero su remate salió desviado y no hubo tiempo para más.

Empate que dejó al equipo cabizbajo y con sabor a derrota. Pero con el orgullo de haberlo dejado todo en la cancha pese a innumerables adversidades. Quedan 6 puntos en juego y el Lobo quedó a 5 de Banfield, pero las esperanzas no deben perderse. Este equipo, que se desacostumbró a la derrota todo lo puede.

Cómo diría el ex DT. “Crean, no dejen de creer”. Diego Armando Maradona.