Diego Maradona vivió una tarde repleta de emociones, y el día terminó de forma inmejorable con la victoria de su equipo en el Bosque.
Volvió el fútbol después de casi ocho meses, volvió Gimnasia a jugar en 60 y 188, y volvió a ganar. Así, el técnico albiazul cerró una gran jornada, en el día de su cumpleaños número 60. Y pese a que se decidió que no se quede a presenciar todo el partido, pudo terminar el día con una sonrisa gracias al 3-0 del Lobo a Patronato.
Todo comenzó en las primeras horas de la tarde, cuando un grupo de triperos se congregaron en 131 y 56, para darle vida nuevamente al mural que ilustra “El gol del siglo“. Aquel que refleja el gol que Diego le hizo a los ingleses gambeteando cual barrilete cósmico, fue reinaugurado luego de algunos años de ausencia. Una vez terminado el acto, que contó con buena presencia de triperos y triperas, sucedió algo inédito: partió una caravana de autos hacia el barrio privado donde vide el Diez.
Hacia las 16, el astro salió al patio de su casa, ubicada en Campos de Roca (Brandsen, sobre la Ruta 2) y saludó de lejos a los allí presentes, que no cesaron de cantar y pedir por él a pura fiesta. Dos horas más tarde, Maradona partió rumbo al Bosque. Cuando llegó, siempre con barbijo colocado, tuvo una charla con sus dirigidos y antes del partido, salió al campo de juego para recibir el homenaje del Presidente de la AFA, Claudio Tapia, y el de la Liga Profesional, Marcelo Tinelli. Ambos le entregaron una plaqueta.
Lo propio hizo Gabriel Pellegrino, mandamás Mens Sana, en nombre de la institución que preside. Y luego de apagar una velita simbólica, con varias tortas que acompañaron el montaje de una gran pantalla en un Zerillo repleto de banderas, Diego se retiró nuevamente a su casa visiblemente emocionado, por orden de su Cuerpo Médico, que ya lo tenía premeditado. Allí disfrutó del juego que su equipo, le ganó 3-0 a Patronato. Y cerró un cumpleaños especial. De la manera ideal.
Foto: Gimnasia Oficial.