En el comienzo de la semana, Matías Germán Melluso habló en exclusiva con este medio a dos años de su debut en el Bosque. Habló de todo, Gimnasia, su gente, el ser hincha y jugador, Troglio, Maradona y mucho más en un mano a mano imperdible.
Se cumplieron dos años del debut de Matías Melluso en el Estadio Juan Carmelo Zerillo. Dos años del sueño de un pibe Lobo y su familia, que se vio materializado en el Bosque.
Para recordar aquel momento, el lateral izquierdo albiazul habló en exclusiva con TM Streaming y no ocultó la nostalgia de aquel, no tan lejano día.“Me acuerdo todo de cuando debuté, aunque tenía miedo (risas). Parecía que iba a llegar antes el momento. Practicaba con los titulares pero salía en la última práctica. En Córdoba (Talleres) pensé que no jugaba”. Y continuó. “El Bochi, Oreja, Faravelli, Fito, me hablaron mucho aquel día. Era un grupo muy unido ese, una familia. Licht me dijo que si jugaba bien, no me iba a sacar nadie. Eso habla mucho de él, más teniendo en cuenta que compartimos la misma posición”.
Con respecto a su buena relación con el Bochi, reafirmó: “Licht me ayudó un montón, adentro y afuera de la cancha. Hasta cuando jugaba en Reserva lo hacía. Él jugó en Europa. Yo tengo que escucharlo porque hizo una gran carrera y sabe un montón”.
Recordando aquel año bisagra en su vida, repasó: “Pasaron muchas cosas, jugamos una final después de muchos años. Fueron muchas sensaciones. Luchar con el descenso también es duro, lindo pero complicado. El 2018 fue el mejor año, viví cosas buenas”. Y agregó: “Debuté con Sava, jugué con el Indio Ortíz, también mucho con Pedro (Troglio) Ahora jugar con Diego Maradona, y la confianza que me da es tremendo. Pasé muchas cosas: lindas y malas”.
A la hora de repasar malos momentos, no dudó en hablar de sus resprctivas lesiones. “Cuando me lesioné, por querer volver antes ya que Gimnasia estaba en un mal momento, me perjudiqué. Algunos problemas personales no me ayudaron tampoco. Por suerte, Diego (Maradona) y el Gallego (Méndez) me ayudaron mucho”. Y confesó: “Cambié mucho la cabeza, maduré. El tema lesiones me hizo mejorar. Debía ponerme las pilas: antes volvía de las lesiones con dolor, sabiendo que no estaba bien por querer jugar a toda costa. Quizás hasta mentía. Hoy por hoy me siento mejor, mucho más maduro, no como cuando arranqué, sé que me faltan cosas y que a veces me cuestan. Pero tengo la cabeza sana y voy a mejorar y voy a volver a lo que fui”.
Maradona, un antes y un después
Un momento que quedará marcado a fuego” en la historia de Gimnasia, es la llegada de Maradona. Hecho que tiene a Mellu, como protagonista directo. “El Diego es un capo (risas). Cuando llegó, no lo podíamos creer. Ese día de la presentación caminaba por el vestuario y no lo podíamos creer. Yo tenía un problema personal, pero llegó y cambió todo”. Y agregó: “Llegó y preguntó: ‘¿Qué pasa muchachos que no hay música?’ (risas). Es una persona normal, humilde. En el día a día hace chistes, está todo el tiempo cerca. A mí me ha corregido muchas cosas, en los pases”.
Consultado sobre el día a día, contó. “Diego siempre busca ayudar. Se maneja totalmente normal, es humilde y le encanta estar con nosotros. Para los cumpleaños nos regala cosas y no tiene por qué. Hizo un montón de cosas por el equipo, desde lo humano. Yo una vez quería dar un pase filtrado y me dijo que lo haga de otra forma. Me explicó y me lo quedé mirando.. ¿Cómo haces, ‘hdp’? (risas)”.
Y por supuesto, no negó la importancia de Troglio en sus comienzos. “Pedro Troglio fue muy importante para mí. Hablé por teléfono antes de ayer con él, quería hacerlo. Lo admiro, se hizo querer. Me ayudó mucho. Siempre me dijo que tenga confianza, y me cambió la cabeza”. Y comolementó: “Manejaba perfecto el grupo. Hay que tomar conciencia: lo que hizo en el club fue muy bueno. Siempre que no había a quién recurrir, él vino. Hay que tener memoria”.
La Copa Argentina, espina y anhelo
“El grupo que llegó a la Final del 2018 era sano y unido. Estar en el micro y ver a la gente era tremendo. Intentar comprender su sentimiento te llena la panza de mariposas”. Recordó Mellu, ya en el epílogo de la entrevista. “La situación económica del país nunca estuvo bien y la gente hizo un esfuerzo enorme para ir a vernos a Mendoza, viajando 24 hs. Hicimos todo para ganar, sobre todo en el segundo tiempo”.
Y por supuesto, se lamentó al recordar el desenlace de aquella final en Mendoza. “Los penales son una lotería, podía salir o no. En Rafaela el rival erró dos y pasamos. Con Central nos la jugamos y no se dio. Me sentía culpable, por la gente que fue. Necesitaba pedirle perdón a la gente”.
Consultado acerca de ¿qué hizo con la medalla de plata que le otorgó la organización del torneo?, nos confesó: “Todo sive para aprender. La medalla no me la quería quedar, pero mis hermanos me hicieron entender que hay que valorarlo, para la próxima vez ser mejor”. Y concluyó: “Aún la tengo, porque me recuerda que la próxima vez tengo que jugarla y volver a casa con la dorada”.