El Lobo cerró su participación en 2019 enfrentando al Millonario, quien lo superó en el global de la jornada. Adiós a la actividad oficial para los coordinados por Ramos.
Gimnasia se midió con River Plate por la última jornada de la Superliga Juvenil. Con las divisiones menores en Estancia Chica y las menores en Ezeiza, el Mens Sana apenas pudo recolectar cuatro unidades. La Séptima fue la única divisional que pudo sumar de a tres en el cierre de la competencia. La tira albiazul fue de mayor a menor durante el año, y no alcanzó a clasificar categorías a las semifinales del torneo.
En Abasto, el sábado lo abrió la Séptima que conduce Rodrigo Roselli, quien pudo sonreír: fue victoria 2-1 para la 2003, gracias a los goles de Mamut y Domínguez. Más tarde, la Octava de Beto Banfi rescató al menos una unidad, producto de un empate 1-1 para el que aportó Uriel Quintana desde tiro penal. Por último, la Novena comandada por Andrés Ramos no hizo pie en condición de local y pese a batallar, terminó perdiendo 0-1.
En el River Camp de Ezeiza, la Cuarta comenzó la mañana con el pie izquierdo, dado que perdió 1-3. Torres marcó el gol de los dirigidos por San Esteban. En segundo turno, la Quinta de Lobos padeció el juego que lo tuvo como perdedor luego del 1-5. Vignale fue el encargado de descontar. Para cerrar, la Sexta de Toledo poco pudo hacer por revertir el panorama, dado que cayó 0-3.
Así cerró Gimnasia la Superliga Juvenil del segundo semestre. En éste, el Lobo no encontró los mismos caminos que lo llevaron a los primeros planos en la primera parte de 2019. Por eso, se dice que la temporada fue de mayor a menor, y como no hubo categorías clasificadas a las semifinales, llegó la hora de hacer el balance correspondiente antes del final año para evaluar los pasos a seguir. Elecciones mediante, habrá que estar atento a un tema que para el club debiera ser primordial: la formación de juveniles.