Gimnasia jugó un partido perfecto, soñado y dejó al gran cuco del fútbol argentino fuera de la copa. Frente al presupuesto más alto y el monopolio mediaticos más grande del país el Lobo no se achicó.
Una noche para la historia. ¿Realmente somos conscientes del momento vivido ayer en el Mario Alberto Kempes?, considero que ni los periodistas presentes en el estadio, ni los hinchas, ni los dirigentes, ni jugadores y cuerpo técnico aún lo son.
Es que es de esas noches memorables que quedan grabadas en la historia. Para un plantel de hombres, que se armó con una prometedora base de juveniles y profesionales dispuestos a dejar la vida en cada partido, a sabiendas que la presión sería una compañera constante en cada partido y ante el más mínimo error la espada de Damocles caería sobre sus cabezas sin piedad alguna.
Así lo supieron desde el inicio de la temporada, tanto jugadores como cuerpo técnico y así decidieron encarar todo tipo de desafío que se presentase.Menospreciados en la previa del encuentro, por los principales medios hegemónicos,ninguneados, saltaron los jugadores del Lobo al campo de juego del Mario Alberto Kempes a jugar un final y Boca por su parte a cumplir con un compromiso… ahí empezó la gesta.
Ojo.. muchos dirán que inició con el modificado título de Clarín, donde ya daban por ganador al conjunto Xeneize 24 horas antes del partido, otros que nació durante todo el debate generado por las principales señales deportivas donde ya se especulaba con un eventual cruce en semifinales entre Boca y River -cruce que gracias al gol de Hurtado no podrá ser-, pero otros sostienen que esto empezó segundos después de la finalización de Gimnasia – Central. Allí tanto Troglio como Bernay pusieron manos a la obra, haciendo oídos sordos a aquellos que le insistían en que debía poner suplentes en Córdoba.
Y el Lobo se los comió. les ganó, supero con una paliza táctica y futbolista al cuco más grande del fútbol argentino. Se animó a soñar en grande contra todo pronostico y ganó uno de esos partidos que algunos constantemente le quieren hacer creer que no puede ganar. A ellos, a los especuladores Gimnasia los quebró. Los dejó mudos, anonadados, en silencio mirándolos festejar contra todo pronostico.
Está en cuartos y sueña, siendo consciente que debe sumar en la Superliga -claro está- pero en silencio sueña. Sí, sueña con Pedro, porque no hay otro mejor que el para atreverse a ello. Sueña como Hurtado, que soñaba sumar minutos frente a Boca por la copa y terminó siendo el héroe, sueña como Melluso que quería algún día debutar en la primera del Lobo y ayer fue la figura. Sabe que viene Central de Córdoba y deberá enfrentarlo como la misma final que le jugó a Boca. Porque sabe que son tres partidos y a la vuelta de la esquina puede estar la gloria.
Foto: Prensa Gimnasia