SOÑAR NO CUESTA NADA

Básquet Editorial Polideportivo

Gimnasia atraviesa un buen momento en todas sus disciplinas y una de ellas está en plena lucha por regresar a su hábitat natural: la Liga Nacional de Básquet. Los Gladiadores tacharon a Olimpo y van por la revancha ante Deportivo Viedma, con el sueño del regreso como estandarte. EDITORIAL.

El Básquet albiazul vive un resurgir constante en los últimos tiempos. Y luego de asentarse en el Torneo Nacional de Ascenso, llegó la hora. Ya es tiempo. Y por eso van. Gimnasia quiere volver a la Liga Nacional, su hábitat natural y en donde se sitúa gran parte de su rica historia.

El Lobo, uno de los pocos que componen la lista de campeones nacionales de la élite del básquetbol, superó un durísimo escollo como Olimpo de Bahía Blanca en la Reclasificación de los Playoffs, y ahora va por Deportivo Viedma, sí, ese mismo que le quitó este mismo sueño el año pasado.

Por eso, esta eliminatoria que se viene será por demás especial. En aquella ocasión, no se respiraba el mismo aura que ahora, ni en lo deportivo ni en lo institucional; y sin embargo, Los Gladiadores quedaron en las puertas de acceder a la siguiente fase. Ahora, las cosas en ese sentido han cambiado: al equipo de Adriani se lo ve sólido, en crecimiento constante y con jugadores en un nivel altísimo -aún con bajas como la de su goleador Lisandro Villa– y desde el Club están mucho más encima de la disciplina, dándole valor a punto tal de hacer el esfuerzo de incorporar al americano Joe Efese, por ejemplo.

Es la gran revancha para el plantel tripero, porque éstos jugadores son los mismos que perdieron en Viedma aquella vez. Y quizás no sea revancha, sea segunda oportunidad. Porque éste Gimnasia puede jugar sin sed de desquite, porque Gimnasia en sí es el más grande del TNA y puede jugar con la mayor de las motivaciones: regresar a su sitio, la Liga Nacional.

Vos, ustedes, nosotros. Debemos estar todos juntos para que nuestro básquetbol cumpla con la última parte de la resurrección, la misma que significará el entierro (¡tan necesario!) de aquellos que lo destrozaron, vendiendo plazas, haciéndose plata a costas de la naranja, esa que terminó picando un buen tiempo sólo en torneos regionales y que de a poco, fue volviendo a ser junto a la camiseta albiazul, esa que tanta historia tiene encima.

Recordar eso. Todo lo que costó. Porque la lucha no termina, no terminó, ni terminará. Porque cuando se consume el regreso, algo que sucederá, restará un desafío más, que será poner a Gimnasia en lo más alto de la LNB. El Básquet del Lobo se ha transformado con el tiempo en un enorme y hermoso desafío al que aún le faltan capítulos por escribir. Y todos debemos aportar lo nuestro para que la tinta no se acabe. En esta serie, en las que vengan y cuando la lucha siga su curso.

El vóley tocó la gloria. El fútbol se ha solidificado. El hóckey regresó. El fútsal resurge. Y ahora, es el turno del básquet. Un gigante se está despertando: soñar no cuesta nada… ¡VAMOS GLADIADORES!

 

 

Por Manuel Surasky – @ManuSurasky
Foto: Agata Natale