#LaClaseDelProfe: ¡VIEJO LAS PELOTAS!

Fútbol Opinión

Lucas Lobos volvió al Bosque luego de once años, y lo hizo en compañía de un alto vuelo futbolístico. A ésto apunta Daniel “El Profe” López en una nueva edición de su ya clásica columna.

Gimnasia le gano a un amarrete Huracán por 1 a 0, y la mayoría de los títulos que dejaron las crónicas del encuentro tuvieron un común denominador: la palabra viejo. “Viejito pero bueno”, “Viejos son los trapos”, “Viejito piola”, etc, etc… ¡Desde esta columna me resisto a admitir esa palabra!

La facilidad con que se analizan las cosas en estos tiempos vertiginosos, seguramente hace que el término viejo sirva para resumir algunas cosas que desde aquí yo prefiero analizar con algo de tiempo y espacio. No sería justo cerrar algún análisis sobre Lucas Lobos sellándolo con la palabra viejo. Ni siquiera haré referencia a ella.

Lucas Lobos, el que surgiera de Unidos de Olmos y que fuera acercado a Gimnasia a los 19 años sin pasar por la escala de las Inferiores, volvió a pisar el campo de juego del Bosque después de once largos años. Tanto se lo extrañó, que muchos no se dieron cuenta que lo extrañaban. Muchos también se olvidaron que clase de jugador era, por eso se asombraron al verlo tan bien con la pelota a pesar de todo el tiempo que estuvo sin jugar. Durante esos eternos once años, pasaron por Gimnasia unos cuantos jugadores en el puesto de Lucas. Algunos buenos, otros mediocres y otros que es mejor olvidarlos. Pero de lo que estoy seguro, es que mucha de esa gente -sin mala intención claro- olvidó qué clase de jugador es Lucas Lobos, y lo olvidó porque el paso del tiempo es muy cruel. Tanto lo es, que hace que uno se olvide de las cosas más comunes del que se va lejos. Uno se olvida de la voz, de los “tics”, de los modismos y las muletillas. También se olvida el hincha de cómo juega el jugador que se va lejos.

Eso explica en parte porqué a un  jugador como Lobos se lo analiza desde su edad. A los jugadores de su clase, no se los puede analizar partiendo desde el almanaque. Es un gran error, aunque muchos lo nieguen. Muchos de los “creativos” que pasaron por el Lobo durante la ausencia de Lucas, eran jugadores jóvenes que ilusionaron por sus aparentes cualidades y habilidad. Sin citar o nombrar a ninguno de ellos, sólo diré que la mayoría son o fueron muchachos de piernas torneadas por el entrenamiento y pantalones cortos. Lucas Lobos en cambio, es y fue siempre un jugador en serio, un gran jugador. Esa es la diferencia. Claro y sin vueltas.

Hoy hay que disfrutar este retorno, hay que hacerlo sin mirar el calendario y sin contar los minutos que el flaquito con la número diez esté dentro del campo de juego. Hay que hacerlo porque el que volvió es un crack, y a los cracks no se los analiza desde las estadísticas ni desde el paso del tiempo, a esa clase de jugadores  -a los que a veces uno se acostumbra a no ver- sólo hay que disfrutarlos. Mirarlos, admirarlos, y aplaudirlos. ¡Quemen los almanaques! Háganme caso.

Por Daniel López – @ElProfesorLópez

Foto: Agata Natale