Luego de la derrota de Gimnasia ante Atlético de Rafaela, llega una nueva edición de #LaClaseDelProfe. Con principal hincapié en lo sucedido fuera del rectángulo de juego, desde la pluma de Daniel López.
Hace un poco más de una semana, en Gimnasia se anunciaba que Meza seguía en el Club y con ese anuncio, parecía apagarse una inminente tormenta. El equipo había ganado dos partidos, el tema del comunicado de la CD por las declaraciones de Alfaro también había quedado atrás, y así, todo se encaminaba hacia un horizonte un tanto más claro. Pero de repente, el diablo metió la cola, Moyano puso el dinero, y en poco menos de 48 horas, el jugador con más futuro del plantel gimnasista se convirtió en nuevo refuerzo rojo. ¡Bombazo!
Dentro de toda esta historia, hay un tema que es imposible esquivar: la situación económica de Gimnasia y Esgrima, y dentro de ese panorama, los dineros que ingresarán por la venta de Maxi son como el agua de un oasis, pues se sabe, el Club le debe a cada santo una vela (frase repetida si las hay). Sin embargo, el verdadero problema está en la manera de administrar y gestionar de la actual comisión directiva, pues ayuda ha recibido y bastante (aportes de dinero, el Campus, la Platea H, etc.) por eso nunca está claro cuáles son los verdaderos problemas económicos, o cuáles son los más urgentes.
Este Presidente habla poco, y cuando lo hace, pareciera ser la cabeza visible de una institución ejemplar y solvente. Su gran protección, es el multi medios de la Ciudad, que desde hace bastante tiempo ampara y sostiene su imagen y su gestión. El motivo no lo sabemos, pero lo imaginamos. Alfaro también lo sabe, pues cada vez que alguien “de afuera” llega a trabajar a la ciudad, lo primero que pregunta es cómo está la relación del Club o la CD con la prensa, y en La Plata, el gran poder periodístico lo ejerce el multi medios de diagonal 80 y nadie, quiere tenerlo como enemigo, más aun si son “foráneos”.
No era de visionarios pensar que con la venta de Meza, Alfaro iba a explotar. Y se sabía que lo haría pues el armado del plantel fue un tema ríspido desde el comienzo de su gestión. El propio Lechuga, y luego de varios amagues de renuncia, hizo saber que resignó dinero -rechazó un cheque que pidió que se lo usase para traer a Carrera– en pos de contar con jugadores para él importantes.
Ahora, el entrenador eligió el silencio. No va a hablar, y pareciera que no va a hablar con nadie. Y ésto es de una gravedad de niveles altos, pues el presidente tampoco habla demasiado. ¿Hasta cuándo mantendrá Alfaro esa posición? Eso sería bueno saberlo. ¿Lo hará hasta las elecciones?
Gimnasia sigue sumando problemas, y este lunes, acumuló su primera derrota. De a poco se ha ido enrareciendo la atmósfera tripera, y es una lástima, pues de ser un Club que apuntaba a realizar una campaña digna, con serias pretensiones de clasificar a las copas, ha pasado a ser otro, cuyo entrenador no habla, y que tiene un Presidente que gestiona amparado por el sector más tradicional y poderoso de la prensa local.
Por Daniel “El Profe” López – @ElProfesorLopez