HISTORIA DE REMODELACIONES EN 92 AÑOS

El club

En estos 92 años, el Bosque sufrió diversas remodelaciones para tener un gran Predio que día a día mejora.

Un 26 de abril de 1924 se inauguró el Estadio del Bosque con un chalet como vestuarios, un campo de juego y tribunas de tablón para 20 mil personas. Mientras los años fueron pasando, ese espacio social y deportivo fue mejorando para que en 1931 se concluya la platea techada y en 1940 colocasen las butacas. Dos años más tarde -en un encuentro con derrota ante Rosario Central- se vio por primera vez el sistema de iluminación.

Con la pileta de natación, la cancha de bochas, de tenis y más deportes que se practicaban en el Juan Carmelo Zerillo, en 1997 se optó por refaccionar los tablones para ser reemplazados por hormigón. En 2003 se inauguraron las dos nuevas torres de iluminación en el sector de la Tribuna H cuando el Lobo jugó la Copa Libertadores. 

En 2005, Gimnasia disputó su último partido en el Bosque un 11 de diciembre ante Newell’s en un empate por 0 a 0. Luego de ese encuentro, el Lobo fue desterrado de su casa. El presidente por aquellos años, Juan José Muñoz, decidió desmantelar la Platea H para poder así volver a jugar en 60 y 118, ya que para él era más simple demolerla que refaccionarla, en una más que polémica determinación. Tras una oscura etapa futbolística que tuvo como protagonista al Estadio Ciudad de La Plata, el 21 de junio de 2008 y en una derrota 2 a 1 ante Lanus, el Lobo volvió a su Bosque con un agujero doloroso para para el hincha albiazul.

Años de lucha para la cesión de tierras, la aprobación del proyecto del Arquitecto Luis Díaz, la creación del Fideicomiso y EL APORTE DEL SOCIO empezaron a sanar esa herida que se había generado. Primero, con la recolocación de las torres de iluminación en 2014 y luego -ya en la actualidad- con la etapa inicial de la Platea Néstor Basile construída.

El Bosque ha sido centro de muchos partidos recordados como la Promoción con Rafaela, la consagración y el grito de CAMPEÓN en 1994 con la Copa Centenario, la participación en Copa Libertadores, clásicos, goles, abrazos, llantos.. Todo resumido en pasiones y sentimientos que sólo el hincha de Gimnasia entiende.

Testigo de enormes jugadores como Guillermo Barros Schelotto, Beto Márcico, y Hugo Gatti, entre tantos otros, que supieron pisar el verde césped de 60 y 118. Escenario de grandes y felices momentos, como también de los lamentables y tristes que se intentan olvidar. Desde la Copa Centenario hasta el descenso, y siempre con un fiel aliado: el hincha de Gimnasia. El Tripero debe celebrar este día, porque también es su día.

“…Sin enconos ni altiveces, siempre fuertes, siempre unidos, por mens sana conocidos, lucharemos sin cesar, pues sin luchas no hay victorias, y nosotros las queremos, porque siempre padecemos hondo anhelo, hondo anhelo de triunfar…”

 

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