La gente volvió a responder, se acercó nuevamente hasta su casa y disfrutó de la vuelta al triunfo. Todos con la mira en el Miércoles…
Fue una semana rara, el hincha de Gimnasia vivió días muy agitados. Que la colocación de las torres de iluminación, que se llega con el tiempo, que no, nuevamente que si, que el horario, que la zona de vestuarios, que las cámaras de seguridad, el Ciudad de La Plata, 60 y 118… Hago memoria de estos días y ya me agoto. Finalmente, luego de todas estas idas y vueltas, se hizo justicia y el LOBO recibirá a su rival -de los 16vos de final de la Copa Sudamericana– en su estadio, en el J. C. Zerillo.
Con la mochila cargada de restos de los estados de animo que fue atravesando en las ultimas horas, el TRIPERÍO copó El Bosque. La mayoría de la gente se fue ubicando en las tribunas cuando el pitazo inicial estaba cerca, estaba todo listo. Tribuna completa, bandera desplegada, y bombos adentro. “Hola Basurero…”
Fue una tarde extrañamente tranquila, el equipo manejó el partido, concretó lo que tenia que concretar, y la gente fue un espejo de lo que Gimnasia mostraba en la cancha. La pacifica tarde tuvo un protagonista que no estaba presente: el partido del Miércoles, el clásico. Ya estamos, hoy Sábado, solo faltan cuatro días. Tranquilidad, Tripero…
Después de cuatro meses de sequía, la gente de Gimnasia se fue a su casa con una victoria bajo el brazo. Se saco la mufa, cortó una racha de ocho partidos en un buen momento. Ahora viene lo importante, llegó la hora. Muy rica la entrada, pero que venga el plato principal…
Por Pablo Villarino – @PabloLV22