Gimnasia jugó pésimo y cayó goleado ante un equipo que si bien no puso lo mejor, no le perdonó absolutamente nada. Cinco goles de diferencia, descanso y mucho por replantear de cara al futuro.
El Lobo llegó a la fecha 13 de la Copa de la Liga con la idea de sumar y esperar lo que sucediera con el resto de sus rivales. Pero rápidamente, eso quedó en la nada. Porque Vélez hizo gala de la efectividad y le marcó diferencias clarísimas al tripero, desde temprano en el juego. Terminó 5-0 a favor de los de Liniers, y podrían haber sido más. El equipo de la dupla técnica no hizo pie y terminó vapuleado en 60 y 118.
De entrada y luego de los emotivos homenajes a Carlos Timoteo Griguol, el Fortín se adueñó de la pelota y se la hizo pasar mal, a un elenco albiazul que solo corrió detrás de la bola. A los 12′, Tarragona impactó de volea y de lleno un envío proveniente del tiro de esquina, y la colgó del ángulo para abrir la cuenta. De ahí en más, el local intentó pero nunca consiguió generar peligro. Pasada la media hora, Guiffrey dejó la cancha por lesión, y luego llegó el descalabro: Centurión aprovechó dos rebotes y marcó dos tantos para llegar 0-3 al entretiempo.
En el complemento, la dupla movió el banco -salieron Ayala y Barrios, en el probable último partido de ambos en el club- pero nada resultó. Matías Melluso fue expulsado por doble amonestación y en la recta final, la V azulada aprovechó la superioridad numérica, metió aire fresco desde el banco y llegó al número final. Bouzat primero y Almada después, pusieron cifras definitivas.
Así las cosas, Gimnasia cerró su participación en la Copa con una actuación demasiado pobre. Futbolistas sin actitud y un equipo carente de ideas, fueron un combo letal para cualquier tipo de aspiración. Ahora, sin nada más que hacer, los futbolistas quedarán licenciados hasta el 7 de junio, momento de retomar las prácticas en Estancia Chica. En medio, charlas, reuniones, reclamos, planteos y todo lo que se le parezca, seguramente entre la CD y el CT. El panorama, siguiendo la línea de hoy, asoma oscuro.