FÚTBOL: INOCENCIA, JUEGO Y FORMACIÓN

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No estaba en La Plata, las ocho de la noche me encontraron en San Telmo. Caminata rápida, auricular de la radio chiquita en la oreja, llovizna, fui registrando bares y locales asomando por las vidrieras. Las emisoras ya estaban con la previa de las transmisiones. Placita Dorrego, calle Defensa, el mercado; en ningún lado había siquiera un televisor, de esos que cuelgan de la pared. Tiene que haber una pizzería o algún bolichón, pensaba. Recién en Defensa y Chile encontré uno, tenían puesto “TN”. Uh, éstos no miran fútbol ni locos! Entro, voy hasta la barra para consultar si pensaban poner el partido: ¿Quién juega? Preguntó el encargado. Gimnasia y Vélez, a las ocho y media. ¿Y vos de quién sos? Soy de Gimnasia. Ah, ustedes se vienen recuperando, me dice el tipo. Algo de fútbol sabía. No es para tanto, le ganamos a San Lorenzo, pero estamos en una etapa de transición, le respondí. Qué querés que diga, no me iba a poner a hablar de los clásicos, del esquema táctico, del bajo nivel de varios jugadores. Se venía el partido, tampoco repregunté por cuál era su equipo. El local no estaba lleno, era temprano para cenar. Respiré cuando me dijo; sentate tranquilo nomas, que ya lo ponemos.

No sé si somos muchos los que aún conservamos algunas cosas del “fútbol inocencia”, desde juntar figuritas, ir a comprar revistas y diarios cuando ganamos, hacer un Gran DT o Prode por nada, una trivia, “la play” y el metegol, o mantener algunas cábalas. En mi caso, algo que me retrotrae a esa etapa, es el fútbol televisado de los viernes, desde mucho antes del “fútbol espectáculo”. Hubo un clásico televisado en blanco y negro, en el Bosque de noche, en los ‘70, lo ganamos 4 a 1. Inolvidable.

No está nada mal, finalizar la semana laboral con tu equipo ganando, entonces el fin de semana es más fin de semana.

En la corrida de Licht, y la diagonal de Mendoza con centro de gol para la cabeza de Vegetti, volví a ver las corridas de Troglio y Guly, para tantas otras asistencias de gol. Una jugada “pensada”. Eso se practicaba, eso se practica. Ellos también, en su etapa de jugador, adaptaron su juego y posición en el campo, a una idea futbolística. El salteño tiene mejores aptitudes técnicas, aunque debe trabajar el cabezazo. Fue una de las figuras, casi de toda la cancha. Cuando los protagonistas bajan en su rendimiento, al gol se vuelve con fórmulas, nuevas o viejas. Mecanización, repetición, sistematización. Caio Enría, era otro que tiraba centros fantásticos, fue un gran asistidor, no un goleador, pero llegó “formado” a Gimnasia y con más talento que Pedro y Andrés.

Cuando Lucas Licht, el de mayor jerarquía del plantel, recupera el manejo, el buen trato con la pelota, Gimnasia gana. La pegada con esa precisión, en el pase largo del frentazo de Nacho, es solo de elegidos. Ignacio Fernández, después de mucho, volvió al gol, tiene que dejarse ayudar, tiene que “terminar de formarse”. Al mono Monetti no le llegaron tanto, de a poco va recuperando tranquilidad. Diego Nicolaiesvky, Nicola, sigue sorprendiendo por personalidad e integración al equipo, “está en formación”.

Mencioné, hasta acá, a jugadores con cierto recorrido en Gimnasia. Pero hay un impensado Vegetti, a inicio de la pretemporada,que tiene ocasiones de gol en todos los partidos y viene convirtiendo seguido, con lesión incluida. Demuestra en cada presentación que lejos, es el titular de la camiseta n°9.

Cuando hablamos de divisiones inferiores, no deberíamos obviar el toque final, el golpe de horno indispensable, que todos necesitan. No está en agenda, quizás porque “no vende”, pero habría que investigar y difundir más la capacitación que brindan aquellos directores técnicos que terminan de afinar y complementar al jugador para integrar un plantel de primera división. Ser profesional, no solo pasa por el contrato que se firma.

Hoy se aprecia, en exceso, al DT que supuestamente sabe elegir refuerzos “baratos” y, se lo ensalza más aún, si consigue algunos “provisorios resultados” con aquellos que fracasaron en otro club. Hay una especie de maldad o morbo, que realiza comparaciones. Claro, éstos DT suelen ser los que están dentro del “fútbol negocio” (representantes, porcentajes en derechos económicos, porcentajes del pase o préstamo).

Trayectorias docentes como las de Carlos Timoteo Griguol o Ángel Tulio Zoff, especialistas en “terminar la formación” del deportista, explican que no fue casual, que en dos clubes muy distintos, hayan recurrido a ellos en diferentes momentos de su historia, casi como tabla de salvación. La relación de éste tipo de directores técnicos con los dirigentes, se torna muy particular, pero no es el tema en cuestión.

Terminó el partido, ganó Gimnasia, la pizzería estaba llena, había gente de Vélez unas mesas atrás, y el de la barra me gritó: “viste, te lo dije eh!…están en recuperación.”

Jorge A. Babaglio – socio n° 4024/0 – @joralba57