El calendario albiazul marca un fixture por demás exigente en el próximo mes y medio. Con rivales de envergadura tanto por visitar como por recibir, el Lobo deberá demostrar que la buena racha no es casualidad y si sale airoso, dará que hablar.
Se viene un gran desafío. Gimnasia tiene por delante un calendario realmente exigente. Rosario Central en Arroyito es el próximo escollo, siendo el primer partido de los varios importantes que asoman.
El próximo sábado, el Lobo tendrá la dura misión de visitar un reducto por demás complicado, ante un conjunto rosarino que ha crecido y mucho en las últimas jornadas.
Luego de jugar con el Canalla, será hora de recibir a San Lorenzo. Y una semana después, tendrá dos partidos de visitante, frente a Racing y el clásico con Estudiantes; entremedio de esos dos partidos, tendrá ni más ni menos que la vuelta por Copa Sudamericana contra Ponte Preta. Y por último, cerrará la parte más exigente del torneo recibiendo a un River cada vez más brillante.
Así las cosas, los dirigidos por Gustavo Alfaro saben lo que deberán afrontar en la proximidad. Y la cuestión parece ser blanco o negro: de estar a la altura, sin lugar a dudas Gimnasia dará que hablar hasta el final del campeonato, ya que le quitaría puntos a rivales de envergadura y directos en la lucha por la clasificación a las copas y la ilusión de la cima.
Ante las muchas opiniones de que aún “no jugó contra nadie”, el Lobo irá por tapar bocas varias. Será difícil, pero en este fútbol argentino tan parejo y reñido, todo parece posible y a por ello irá el conjunto tripero.
Por Manuel Surasky – @ManuSurasky
Foto: Agata Natale