En un partido muy táctico, Gimnasia golpeó en el momento justo para ganar. Con un gran trabajo colectivo, especialmente de los uruguayos, se trajo tres puntos vitales. Rodrigo Saravia, la figura, podio para Pintado y Benja Domínguez.
Con un gran juego colectivo y casi sin dejar jugar a uno de los equipos que mejor había comenzado el año, el Lobo le ganó por 1-0 a Independiente en el Estadio Libertadores de América por la Fecha 3 de la Zona B de la Copa de La Liga.
Durante la primera parte se vio a un Gimnasia mucho más parecido al que enfrentó a Talleres en Córdoba, tal vez sin la presión de la gente y aprovechando esa cuestión en contra para los locales que jugaban su primer partido del año en Avellaneda y venían de puntaje perfecto, el equipo albiazul tenía una postura muy marcada: Armar bloques defensivos esperando al Rojo que era el que iba a intentar ser protagonista y recuperar para intentar jugar rápido por las bandas o también por el centro con Lucas Castro y Pablo De Blasis como armadores.
Aunque esta segunda parte pocas veces le salió bien, en la primera estuvo bien organizado y así fue que salvo pelotas aéreas y una chance sobre el final del primer tiempo de Matias Giménez, después no sufrió en defensa. Siendo más intenso, más compacto e intentando ser un equipo difícil, así fue una formación y un planteo más parecido al de la primera fecha. Por esa intensidad y presión, así fue que llegó al gol a la media hora del encuentro cuando Rodrigo Saravia se confundió para intentar jugar pero siguió corriendo para aprovechar el error de Felipe Aguilar y definir mano a mano.
El segundo tiempo fue un calco de los primeros 45 porque volvió a demostrar la misma fortaleza física y le cortó todos los caminos posibles al equipo de Carlos Tévez. Después de la tercera plancha en el partido, Sebastián Zunino fue llamado por el VAR para que Javier Ruiz sea expulsado y así el Tripero terminó jugando con un hombre más que aprovechó. Tuvo las oportunidades para liquidarlo pero no convirtió y tuvo la suerte de su lado en las pelotas aéreas que intentó el conjunto de Avellaneda aunque con pocas ideas de fútbol.
Con un gran trabajo colectivo, buenas respuestas de Nelson Insfrán cuando lo atacaron, un Juan de Dios Pintado que cada vez está más afianzado, sin dudas que el segundo tiempo del lateral, de Benjamín Domínguez como así también de Rodrigo Saravia y Yonathan Rodríguez fueron importantes para esta nueva buena gran victoria albiazul.