En un partido con varios niveles altos, Alexis Steimbach es el destacado por su incansable labor en todas las facetas del juego. Grandes producciones de Alan Sosa y Felipe Sánchez.
Gimnasia logró su primera victoria en el torneo y mucho de eso es producto de una labor colectiva más que importante. El Lobo fue superior, lo ganó con autoridad, hidalguía y ratos de muy pero muy interesante fútbol.
Con buen volumen de juego, generando situaciones y con una usina llamada Alexis Steimbach, el equipo fue construyendo una victoria que arrancó “desde el vestuario” con él tempranero gol de Contín.
Fue a partir de allí donde empezó a prevalecer la figura de Steimbach, con una lectura notable para saber cuando atacar, cuando ocupar espacios, y cuando, claro está, también relevar y colaborar en la recuperación de la pelota. Hizo un partido completo.
También fueron muy destacados los partidos de Alan Sosa, y Felipe Sánchez. Sí, a puro piberío, el Lobo fue superior de principio a fin. Sosa siempre fino, punzante -como en el segundo gol- y cada vez con más confianza. No por casualidad, dentro de las rotaciones y pruebas que ha hecho Chirola, nunca salió del equipo. Se afianza y se nota.
Algo similar sucede con Felipe Sánchez, que con los partidos gana en confianza, se lo ve con aplomo y con muchísima personalidad. Además, de arriba se va transformando en una garantía. Despacito y por las piedras, los pibes de Chirola siguen creciendo y edifican un proyecto para tener paciencia pero también, ojalá, para disfrutar. Porque son nuestros, más nuestros que nunca.
Foto: Eva Pardo / Gimnasia