El Lobo visita a un rival necesitado y que no puede despegar del fondo de la tabla. Seguramente se vivirá un clima muy caliente en el Nuevo Gasómetro, que se puede aprovechar para rescatar puntos que viajen a La Plata.
San Lorenzo no vive ni por asomo su mejor campeonato. Después de la salida de Paolo Montero, producto de malos resultados, el plantel vuelve a estar apuntado tras otro ciclo de pocos partidos en el banco azulgrana. Aún sin nuevo entrenador, y con los interinos al mando, la cosa mucho no ha cambiado: los Cuervos llegan de perder ante Vélez, pese a que han mostrado una mejoría en su juego. En el Bidegain, seguro se volverá a vivir una jornada picante.
Los de Boedo ocupan la ante penúltima colocación en la tabla de posiciones, después de 5 victorias, 5 empates y 10 derrotas en el campeonato. Lleva solo dos triunfos en los últimos once juegos, mala racha que hasta incluyó la caída en el clásico porteño. La última vez que jugó como local, venció 1-0 a Godoy Cruz, pero llega de perder ante el Fortín, 1-2 en el José Amalfitani. Para este partido, se cree que la dupla Monarriz – Di Leo, apostará por futbolistas de experiencia, para que puedan aguantar la presión y así salir del mal momento.
Las últimas veces que San Lorenzo fue local, el Gasómetro fue una caldera que explotó durante casi todo el encuentro contra los dirigentes. Ese mal clima, que generalmente se traduce a quienes están dentro de la cancha, es lo que Gimnasia puede aprovechar para dar el golpe e imponerse nuevamente de visitante. Lo ha conseguido más de una vez en los últimos torneos, y en éste en particular, también viene sumando en esta condición. Si el Lobo es inteligente, puede pegar el zarpazo en la Capital Federal.