Un paso atrás

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Gimnasia retrocedió enormemente en lo que habían sido sus últimas tres presentaciones, defraudó y cayó en 25 y 32 ante Sarmiento. Errores propios, ante todo, y un arbitraje flojo el combo fatal para la derrota ante uno de los más flojos del torneo.

Gimnasia defraudó a su gente, fuera del Bosque donde mantenía un invicto de seis partidos (sin dudas lo más destacable del torneo) y para colmo ante un rival repleto de carencias. Cayó 1 a 0 frente a Sarmiento producto de un penal bochornoso (convertido por Gerometta) que Torres cambió por gol.

El primer tiempo mereció más, El Kiwi había avisado en dos ocasiones pero sólo podía llegar al arco defendido por Rey mediante pelotas paradas. El fondo, con Melluso y Morales como figuras se mostraba sólido y en ofensiva los dirigidos por Gorosito poco a poco encontraban los caminos. El Pulga conducía, jugaba y hacía jugar, pero siempre las descargas a sus compañeros no temrinaban de ser aprovechadas.

A los 12′ lo tuvo Brahian Alemán, peor el golero rival llegó a contener su remate por fuera del área, pocos minutos después el uruguayo volvió a probar de lejos y el resultado fue el mismo. A los 27′ el Lobo tuvo triple chance, le quedó a Cecchini (casi de 9) y el arquero llegó a tapar su remate, el rebote quedó en pies de Carbonero el rebote en el área y Luis Miguel Rodríguez intentó picarsela al arquero Vicentini que quedó estático. La pelota se fue desviada.

Ya en el cierre Geromettas cometió un penal inexplicable, para que Franco Torres le diera la ventaja (que sería definitiva) al rival de turno.

En el complemento Gimnasia fue amo y señor de la pelota, pero nunca pudo aprovecharla. En base a pelotas paradas logró inquietar al rival, pero Vicentini no llegó a lucirse como si tuvo que hacerlo en la primera parte. Carbonero siempre recibió y desbordó por izquierda pero apenas logró aprovechar y centrar a un compañero en tres oportunidades. Se terminó de lucir Morales salvando un gol cantado en la línea a pocos minutos del cierre y el Lobo volvió a atentar contra sí mismo por los tardíos y confusos cambios de Gorosito a falta de 15 minutos.

No quedó tiempo para mucho más, sólo conclusiones. Carbonero está obligado a madurar como jugador, Gerometta debe dejar de defender como amateur (genera más penurias en el hincha que alegrías), el equipo tiene que seguir trabajando para construirse de atrás para adelante y por último debe jugar en el Bosque, siempre.

El Lobo cortó un invicto de seis partidos como local, en dónde ganó tres y no cayó ante equipos como River y Vélez. Si había que contentar a la mayor cantidad de socios, se logró. Pero muchos de los presentes lo darían todo por volver al Bosque. El “favor político” se cumplió. Así que ahora debe contentarse al hincha y socio tripero. La derrota fue tan insólita, como la muda de localía en el mejor momento del equipo. A tomar nota.