No alcanzó para ganar y fue empate sin goles para Gimnasia, que de todas maneras hizo una muy buena presentación frente a un rival de peso como Vélez. El Bosque se mostró conforme y Diego salió arengando.
El Lobo volvió a la acción en la Superliga y lo hizo de buena forma, pese a no lograr el resultado de la tan deseada victoria. Estuvo sólido, jugó de menos a más y terminó arrinconando a Vélez en el tramo final.
Cuando Broun tuvo que responder, lo hizo de gran forma. La dupla central siempre se mostró sólida y el equilibrio lo dio Mancilla. A partir de allí, la soltura de un equipo que creció desde el ingreso de Pérez García, con Paradela encontrando un socio para generar juego.
Los delanteros Agudelo y Barrios, no terminaron de conectar, aunque Lucas pareció algo más “metido” en el juego que el cafetero, a punto tal que terminó saliendo por estar exhausto. Gimnasia intentó, buscó ganarlo, pero siempre de una manera racional, siendo inteligente y sin perder los estribos de la conocida carga barraca.
La primera imagen del Lobo 2020 es la de un equipo serio. Que dará pelea. Y el deseo es que ojalá alcance, claro.