¿Hasta cuando?

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Gimnasia fue un espanto y volvió a perder de local, donde no sumó ni una unidad. Perdió 1-0 con Arsenal y agudiza su crisis. El partido, la derrota… pintura de una semana de locos. 

Decisiones deshechas. Vuelta atrás. Un estilo. Otro. Malos manejos por doquier. Así fue la semana de Gimnasia y así desarrolló su fútbol en la derrota ante el Viaducto.

De arranque nomás, en un desorden y desacople defensivo con una nueva complicidad de un desconfiado Martín Arias, los visitantes pegaron de arranque. Juan García puso el 1-0 a los 120 segundos de juego y fue el tanto definitivo.

El primer tiempo de Gimnasia fue para enterrar diez metros bajo tierra y en el complemento fue, pero sin ningún tipo de sustento táctico, futbolístico. El orgullo de Caco, algo de Ramirez y algún otro intento de Ayala, pero nada de nada. El equipo es flojo. Sobre todo de la cabeza.

Y nadie colaboró con ello. Empezando, primordialmente por la actual CD, que hizo y deshizo a placer, llevando a Maradona con su que si vengo y que si voy confundiendo indefectiblemente el camino de los futbolistas.

El resultado del descontrol institucional: cero puntos en casa, ocho derrotas al hilo y apenas cinco éxitos sobre quince presentaciones en el año.