Gimnasia no jugó bien, perdía con Central Córdoba (SdE) pero en el cierre del juego apareció otra vez Jan Hurtado para empatar y forzar los penales. Desde la pena máxima, el Lobo se impuso y es semifinalista.
Si no se sufre no vale. El equipo de Troglio está en las semifinales de la Copa Argentina tras un infartante juego ante los santiagueños.
El partido tripero fue malo. No pudo imponer su estilo, por momentos Central Córdoba lo dominó y el primer tiempo terminó en tablas.
Ya en la etapa complementaria la cuestión se puso realmente angustiante cuando sobre los 2′, los santiagueños abrieron el marcador a través de Alfredo Ramírez luego de una serie de errores defensivos albiazules.
Corrían los minutos y el Lobo parecía lejos de la igualdad. Pedro movió fichas e incluyo a Licht, Calderón y Hurtado para torcer la historia. Y este último lo haría otra vez.
Cuando iban 39′ y faltaban sólo un puñado de minutos, Rinaudo metió un bochazo que Jan Hurtado primereó, se la llevó ante Cavallotti y definió a arco vacío para igualar las acciones.
En el cierre y con el envión del empate, sólo con empuje el Lobo pudo haberse llevado todo, pero llegó el pitazo de Merlos y hubo pena máxima.
Convirtieron Silva, Licht, el propio Hurtado y Bonifacio para completar la faena y llevarse el boleto a semifinales, donde espera River con fecha tentativa del 14/11 con sede a definir.