Día agitado para Gimnasia y el caso Facundo Pereyra. El arribo del delantero estaba acordado e incluso en la jornada de hoy cumplió con la revisión médica, pero surgieron trabas contractuales de último momento y la negociación entró en un impasse.
Lo sucedido en la jornada de este martes con Facundo Pereyra fue más que llamativo. Luego del acuerdo telefónico del día lunes por la noche, todo pasó al día de hoy, en el que sólo restaba la revisión médica y la posterior firma.
Pereyra llegó a la Sede Social pasadas las 10 (foto), en horas del mediodía superó los chequeos y cuando la lapicera ya estaba sobre la mesa para poner la rúbrica, surgieron diferencias contractuales.
El problema de la situación, y por cierto lo llamativo, es que desde ambas partes aducen que el acuerdo final no llegó porque desde el otro lado cambiaron las condiciones. Gimnasia afirma que la representación del jugador pidió más dinero y desde el entorno de Pereyra cuentan que los ingresos salariales cambiaron de netos a brutos, lo que haría una holgada diferencia con lo que iba a percibir primariamente el oriundo de Zárate.
Finalmente, la firma no llegó y se hace desear. A punto tal de llegar al límite del riesgo de que la operación se caiga. A esta hora, Pereyra pasó de tener los dos pies en Gimnasia a tenerlos afuera casi por completo. La historia sumaría capítulos en la jornada del miércoles, donde no se puede afirmar ni descartar absolutamente nada.
VAN POR UN DEFENSOR
Además del fichaje de un delantero, en el Lobo persiguen el puesto de primer marcador central. El nombre que circuló en las últimas horas de Nicolás Sánchez fue descartado de plano por la dirigencia albiazul, que busca futbolistas de menor erogación económica.