Fin de un olvidable 2017 para Gimnasia, donde la involución futbolística fue predominante a lo largo de toda la temporada. Fue derrota 3-1 ante Racing, cuando tenía todo a su favor porque lo ganaba a los tres minutos con un golazo de Alemán.
El Lobo siguió en su camino de la irregularidad y los errores infantiles y cayó 3-1 ante Racing en Avellaneda, tras comenzar el partido por delante en el marcador.
Lo empezó ganando desde el vestuario con una perla de Alemán de tiro libre y tenía todo a su favor, pero lo dejó venir a Racing y en la última jugada del primer tiempo un frágil Faravelli en la marca perdió de manera insólita con Zaracho y López empujó a gol.
En el complemento las cosas siguieron como terminó el primero, con un Racing dominador y un Gimnasia cuasi pasivo. Así fue como de tanto ir, la Academia se puso 2-1 con otro tanto de López tras una brillante jugada de Lautaro Martínez, quien sentenció el juego minutos después, sobre el final del partido, pateando un penal parado por Martín Arias pero capitalizando el rebote.
Se terminó un año para olvidar. Quizás el peor desde que el Lobo retornó a su hábitat natural, la Primera División. Hay que cambiar. Y mucho. Por lo que probablemente no haya margen de error en el próximo mercado de pases. Debe bajar y dar de nuevo. Y lo debe hacer ahora.