EL CICLO ALFARO

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Con las semifinales de Copa Argentina como mayor éxito y con el debe principal de un equipo que nunca se solidificó, Gustavo Alfaro dejó de ser el entrenador de Gimnasia. Una historia que nació torcida y así terminó. 

Se terminó el ciclo de Gustavo Alfaro en Gimnasia. Tras algo más de un año, dejó de ser el entrenador del Lobo y deja la institución con una efectividad superior al 50%. A continuación, repasamos momentos y situaciones más relevantes del ahora ex DT tripero.

LLEGÓ Y YA SE IBA

Llamativamente, desde que Alfaro asumió en la dirección técnica albiazul, existían varios rumores de que dejaría el cargo. Cuando apenas llevaba un mes, medios capitalinos afirmaban que Alfaro iba a renunciar por falta de pago. Recién arribado al Lobo, comenzaba el desgaste.

APOSTÓ POR JUVENILES

Uno de los grandes aciertos de Gustavo Alfaro es, fue y será Alexis Martín Arias. El arquero, hoy una de las grandes figuras que tiene Gimnasia, fue toda una apuesta del entrenador, que decidió desistir de Bologna y jugársela por el joven golero. Además, le dio titularidad a Guanini, mucho rodaje a Perdomo e hizo debutar a otros juveniles como Kevin Ceceri y Nicolás Contín.

LA VENTA DE MEZA

La salida del correntino Meza fue una de las claves para que el ciclo comenzara a pender de un hilo. Onofri vendió al “ancho de espadas” que tenía Alfaro y una vez consumada su venta, hubieron idas y venidas declaraciones de por medio, con una frase desafortunada del DT que retumbó en el vestuario: “Me bajaron de un plumazo a la mitad de la tabla”, soltó el entrenador cuando Maxi fue vendido a Independiente. Eso no cayó bien en el vestuario.

VICTORIA DE PELLEGRINO Y CARGO A DISPOSICIÓN

Una vez que “Gimnasia Positivo” se alzó con la victoria en las elecciones, Alfaro puso a disposición su cargo. Sin embargo, Pellegrino lo sostuvo en el mismo y hasta afirmó en varias ocasiones que la idea sería renovarle.

SEMIFINALES DE COPA ARGENTINA

Aún con los problemas anteriormente nombrados, Gimnasia logró hacer una gran Copa Argentina llegando hasta las semifinales, dejando en el camino a equipos como Racing y San Lorenzo. Una cuestionable decisión del entrenador al incluir a la pésima incorporación del peruano Ramos, le costó al Lobo buena parte del partido ante River en aquel desquite y el conjunto albiazul se quedó en las puertas de una final.

PRETEMPORADA Y COMIENZO IDEAL

Con la ilusión de la Copa Sudamericana y las incorporaciones de Brahian Alemán y Mauro Matos (ambos pedidos por el DT), Alfaro se ilusionaba con una gran reanudación de torneo. Y así fue: el Lobo hilvanó cinco victorias, aunque desde el juego no terminaba de convencer. En esa racha, venció a Quilmes, Tigre, Sarmiento, Atlético Tucumán y Aldosivi.

EMPEZARON LAS DERROTAS Y OTRA VEZ DECLARÓ MAL

Tras las derrotas con Central y San Lorenzo, el DT volvió a errar en sus declaraciones. Con la tajante frase de “no tengo muchas variantes para implementar en el plantel”, por más que se niegue desde todos los puntos algo se rompió con los futbolistas. Audios, recortes de diarios y reproches varios, hicieron una mañana convulsionada en Abasto tras el partido recientemente mencionado.

CAMBIOS POR DOQUIER

La gota que terminó de rebalsar el vaso fue la pérdida de brújula. Desde lo técnico y táctico, las últimas semanas del entrenador fueron realmente flojas. Con muchos jugadores cambiados de posición y lejos de su hábitat natural en el campo de juego, Alfaro buscó algo que jamás encontró. La solidez defensiva que caracterizaba a sus equipos jamás llegó y en ataque, el Lobo fue un híbrido, dejando mucho que desear una vez que enfrentó a rivales de envergadura, lo cual terminó derivando en una 15° posición en el torneo, eliminación de Copa Sudamericana y caída en el clásico.

NÚMEROS TOTALES

PARTIDOS: 38

VICTORIAS: 17

EMPATES: 12

DERROTAS: 9