El esfuerzo de todo un año de trabajo dio sus frutos, Los Gladiadores volvieron a su lugar de pertenencia en el certamen local. Un equipo lleno de juveniles que, poco a poco, comienzan a asentarse en la primera del básquet Albiazul festeja un logro que se construyó desde lo colectivo. Hay futuro.
Ya atrás quedó aquella frustración vivida en Julio de este año, donde luego de perder a Nacho Zulberti el quinteto Albiazul no logró hacer pie en el Poli y luego en el tercer juego de la serie en Ensenada. Quedándose así con las manos vacías y con una sed de revancha que el destino quiso que se saciase meses después.
Es que nuevamente el rival a vencer sería, el siempre incomodo, Astillero y Los Gladiadores tenían bien en claro que la serie y el ascenso debían quedarse en el Poli, ante su gente. Ese fue el compromiso que buscó asumir un grupo de juveniles que supieron estar a la altura de las circunstancias para devolver a Gimnasia a su lugar de pertenencia en el básquet local.
“Estamos muy contentos, volvimos a donde teníamos que estar. Fue un partido duro, muy aspero con un rival que siempre fue para adelante”. Aseguró Gerónimo Clua, que este año ganó su lugar en la primera del APB y se consagró campeón Sub 21.
A lo que Leo Monterrubianesi agregó, en medio de los festejos: “Fue muy complicado el partido, sabíamos que iba a ser así desde el primer momento. Nos habían privado del ascenso en dos ocasiones pero nos dimos el gusto en esta oportunidad”.
De la cancha al banco
Para Santiago Fornales este será un logro más que especial, el experimentado jugador se dio el lujo de jugar para el primer equipo en la primera mitad del certamen y luego dedicarse al cuerpo técnico de César Adriani. Al ser consultado sobre la alegría de haber consumado el objetivo principal del año aseguró: “Festejo este ascenso con la misma alegría que los chicos. Es mi primer logro como asistente en primera, me tocó ser jugador pero elegí integrar parte del cuerpo técnico de Adriani”. Pero luego confesó: “Las ganas de jugar están siempre, así que veré si me sumo como jugador el año que viene”.
Y sobre la idea del cuerpo técnico de darle ruedo a los juveniles en el certamen local y así prepararlos de a poco para los torneos nacionales explicó: “Hay muchos jóvenes en este grupo, el objetivo era darles rodaje y prepararlos para el futuro. Así que estamos muy conformes con lo logrado”.
Figura y promesa
Una de las figuras en la serie, tanto en Ensenada como en el Poli fue Ezequiel Skliar, autor de 17 tantos y una verdadera pesadilla para el conjunto verde que solo pudo apelar a la violencia para intentar frenarlo. Sobre ello Seque aseguró: “Fue un partido muy aspero, por momentos sentimos que jugábamos al rugby más que al básquet”. Y agregó: “Pusimos mucho huevo para lograr esto, por el amor que sentimos a la camiseta. Estuvimos finos en la línea de tres y al mismo tiempo supimos jugar contra la zona de ellos, además defendimos como locos”.
Por último repasó su gran 2016: “Para mí este es un gran año, los minutos en TNA, este ascenso a la A1 del APB me reconfortan. Pero lo mejor siempre esta por venir, esperemos seguir por este camino y poder lograr el campeonato el año que viene”.
Por Fabricio Falco – @Fabrofalco
Foto: Gimnasia Básquet.