#LACLASEDELPROFE: EL FÚTBOL SIEMPRE TE DA UNA CHANCE

Fútbol Opinión

El jueves por la noche Gimnasia estará disputando, hasta acá, el partido más importante del año, y sobre ésto habla Daniel “El Profe” López en una nueva edición de su ya tradicional columna. 

Esta vorágine estresante que envuelve al fútbol hace ya tiempo, no permite que cada tanto uno vaya haciendo un balance de lo que se está desarrollando en el día a día. Por eso, vamos a aprovechar esta instancia de Copa Argentina para ver -si es que podemos, claro está- cómo se encuentra parado el Lobo de aquí a fin de año.

Gimnasia comenzó el año con entrenador relativamente nuevo, un DT con chapa y galardones, uno de esos que suele sacarle jugo a las piedras, y que está lejos de parecerse al mediáticamente escandaloso Caruso Lombardi, por ejemplo. Solucionados los chispazos del comienzo, Alfaro se llamó a silencio y se dedicó a darle forma y personalidad a “su” equipo. Le costó, y le sigue costando. Le cuesta por diversos motivos. Le cuesta por carencias, le cuesta por las lesiones, por la impaciencia y sobre todo porque Roma no se hizo en tres días.

Pero de repente aparece la Copa Argentina. Y Gimnasia dio cuenta de Deportivo Madryn, después hizo lo propio con Instituto y hasta ahí, era todo normal y predecible. Pero después la cosa se ponía brava pues el rival era Racing, un Racing que apostaba con buen plantel a esta copa que da pasaje directo a la Libertadores de América. Y Gimnasia, el Gimnasia de Alfaro, le gano 1 a 0 a la Academia, y le ganó bien. Pero como en este tipo de formato los que suelen llegar a las instancias finales son los buenos, al Lobo 2016 le tocó enfrentar al mediático San Lorenzo de Almagro y Tinelli. Y lo despachó por penales, lo despachó después de haberle sacado una diferencia de dos goles que pudieron ser más. “Los partidos hay que jugarlos” dicen a menudo, y tienen razón, pues nadie se muere cinco minutos antes. Pocos eran los que daban dos mangos por Gimnasia y Esgrima en la previa, sin embargo, CASLA se consuela ahora con la compra de las tierras que eran suyas y que le arrebataran desde la dictadura con el intendente Cacchiatore a la cabeza, el Lobo mientras tanto espera fecha para enfrentar a River Plate… ¡Cosas del fútbol!

Y ahora que hay un poco de tiempo, es imposible no comparar este momento del Club de la calle 4 con aquel de la Copa Centenario. Aquella copa, se organizó con la intención que se festejaran los 100 años de AFA. Durante su desarrollo, Gimnasia primero eliminó a Estudiantes en formato de ida y vuelta -lo curioso estuvo en que Gimnasia fue local en 57 y 1 y Estudiantes en 60 y 118- para luego hacer lo propio con Newell’s. Después fue el turno de Argentinos Juniors y  a esa altura, Cacho Delmar era el primer convencido de que esa copa había que ganarla como fuera. Es que el viejo dirigente sabía que ese podía llegar a ser un golpe de efecto inigualable y más que  oportuno.

Para cuando Gimnasia debió enfrentar a Belgrano en la final de la zona de ganadores, Cacho ya había hablado largo y tendido con su amigo Julio Grondona para que si se presentara alguna anomalía, sea el Club platense el que sufriera menos consecuencias adversas. Después de eliminar a Belgrano por penales, el Lobo debió esperar al ganador de la zona de perdedores. Ese ganador no fue otro que el conjunto millonario que dirigía Daniel Passarella, el mismo que a 22 años de aquella final, será el rival en semi del equipo de Lechuga Alfaro.

No hace falta contar que aquella final de enero del ’94 la ganó Gimnasia. Lo que sí hace falta recordar, es que luego de ganar aquella Copa, el Tripero jugó otra de carácter internacional en Japón, y fue ése, el comienzo de un ciclo exitosísimo para el Club. Un Club que se vio obligado a pretender más luego de aquella participación internacional en Asia. Es que los triunfos generan obligaciones, las mismas que se generan por el sólo hecho de que la competencia obliga a superarse día a día, mes a mes, año a año. ¡No la dejes pasar Lobo! Lo que vendrá luego tiene que ser mejor que éso.

Por Daniel López – @ElProfesorLópez