La categoría Sub 21 se dio el gran gusto y se consagró campeona de la Asociación Platense de Básquet al aplastar a Estudiantes por 74 a 55 y llevarse la serie 2 a 0. Esfuerzo, sacrificio, dedicación y talento, las claves de una categoría que promete dar que hablar en el básquet Albiazul.
Todo esfuerzo da sus frutos, y así lo vivió ayer por la noche la U21 de Gimnasia que se coronó como campeona del torneo Clausura de la Asociación Platense de Básquet luego de llevarse la serie frente al clásico rival por un contundente 74 a 55.
El partido de ida en el Polideportivo de Estudiantes fue un laborioso triunfo que se definió recién el el último cuarto. Pero en el Poli, ante su gente, y con la gloria por delante este destacado equipo de juveniles donde ya muchos comienzan a ser una realidad, más que promesa, vapulearon al Pincha y levantaron la copa por la que trabajaron un año entrero.
Del partido pueden destacarse las formidables labores de Julián Bolatti, Pape Freccheri y Gerónimo Clúa, que marcaron 18 tantos cada uno, pero lo más valioso, ya sea del triunfo, como así también de este nuevo campeonato es la camada de juveniles que prometen dejar una huella en el básquet Albiazul.
“Es un grupo conformado por chicos que vienen entrenando con el TNA, otros jugadores que están en la Primara del APB local, jugadores que vienen desde la escuelita, desde el mini básquet y se sienten identificados, son hinchas y dan todo por la camiseta del Lobo”. Afirmó su entrenador, Mauro Tartaglia, en un dialogo exclusivo con este medio.
Y esa identificación, ese orgullo, ese amor por la camiseta comienza poco a poco dar sus frutos en el escalón más alto del básquet Tripero. Es que deportistas como Freccheri, Gerónimo Clúa, Lucas Idiart, Mauro Loyola, quienes ya mostraron su talento en la primera del APB. Algunos sumando minutos y otros destacándose como titulares o relevos del primer equipo. O deportistas como el caso de Julián Bolatti y Matías Ferreira que además del torneo local pudieron sumar minutos en cancha en el TNA. Todos ellos son el ejemplo del destacado plan de trabajo que llevan a la par Tartaglia y César Adriani de apostar a los juveniles del Club, a la identificación por los colores para devolver a Gimnasia al plano más alto del básquet argentino.
La felicidad del DT
“El día después se vive con un poco más de tranquilidad luego de la intensidad con la que se viven los días previos a una final. Obviamente disfrutando luego de lo logrado”. Confiesa un orgulloso Mauro Tartaglia, ya un poco más relajado pero también pensando en la final que se jugará mañana la primera para poder volver a la Zona A1 del APB y en el día a día del plantel del TNA donde acompaña como asistente al Conejo Adriani.
Luego al ser consultado sobre lo que fue el momento de la consumación del título explica: “Anoche vivimos una alegría inmensa por todo lo logrado, por todo el trabajo de un año se que vio tan felizmente culminado y una alegría muy gran por estos jugadores que hicieron un esfuerzo enorme durante toda la temporada y merecían este campeonato”. Aunque confesó, que si bien como todos, siente un amor inmenso por Gimnasia poco le importó que en frente estuviese el rival de toda la vida: “Con el rival hubo mucho respeto, sea quien sea el que nos toque siempre vamos a dar el máximo. El objetivo era ser campeones y lo logramos”.
Por Fabricio Falco – @Fabrofalco
Fotos: Gimnasia Básquet