#LaClaseDelProfe: MOMENTO DE HACER PREGUNTAS

Fútbol Opinión

En esta ocasión, Daniel López analiza el complicado, dudoso y peligroso momento que atraviesa el fútbol de Gimnasia. A continuación, un nuevo capítulo de la ya habitual columna del Profe.  

¿Cómo explicar el momento de Gimnasia sin entrar en el terreno de las injusticias? ¿Cómo explicar lo que pasa cuando todos tendrían que saber que es lo que pasa? ¿Cómo encontrar los motivos o los culpables de una situación que aunque sea en apariencia, está lejos de ser desastrosa?

Gimnasia ganó los dos primeros partidos y luego no ganó más. Eso suena alarmante, sin embargo, y en el contexto de un torneo que aún está muy lejos de llegar si quiera a la mitad del mismo, el equipo de Alfaro lleva realizada una campaña de mitad de tabla: gano dos, empato dos, y perdió dos. Mitad de tabla, claro e irrefutable. Ahora bien, ¿cuál es el problema entonces? Para quien escribe por lo menos, el problema mayor es que juega cada día peor, y jugando así, es difícil que vuelva a ganar con continuidad.

Frente a Newell´s, en El Parque de La Independencia, se vio a uno de los peores “Gimnasias” de este ciclo pues en ningún momento pareció que tenía intención de ir a buscar el partido. Gimnasia dejo que el local hiciera lo que quisiera. Lo esperó durante todo el encuentro, no le faltó el respeto nunca, y le permitió que tirara todos los centros que quisiera hasta que acertara uno. Y fue ese uno el que Figueroa convirtió en gol. Una lástima, pues los del “cardíaco” Osella, estuvieron a años luz de parecerse a un buen equipo y de poder disimular las importantes bajas que padece.

Sin embargo, hay algo de lo que vale la pena hablar y es de Alfaro. El vehemente entrenador, creo, erró el camino de su discurso, y en la cantidad de frases que haciéndolas públicas, lo fueron metiendo en un lodazal incómodo y peligroso.

Veamos: cuando fue transferido Meza, el DT provocó una polémica que hubiera sido más lógico mantener en privado. Con sus declaraciones y posterior duelo verbal con el presidente Onofri -comunicado intimidatorio de por medio- Lechuga se metió en un lío del que claramente no salió airoso. Lo que hay que reconocer eso sí, es que desde que Maxi no está, el equipo no volvió a ganar. Sin embargo, eso no es excusa, pues el entrenador debería manejar variantes -tácticas y de cambio de nombres- como para hacer otra cosa.

Otro tema es el de Lobos y Romero. Claramente, se escuchó a Alfaro dar claras señales de que no los tendría en los primeros lugares de la fila a la hora de pasar lista. Luego, y ante la transferencia del hoy volante de Independiente, no tuvo más remedio que incluirlos pues aunque veteranos, los dos ídolos siguen siendo dos excelentes jugadores de fútbol, y dos de los pocos del plantel que saben manejar la pelota, distribuirla y pasársela a un compañero. Otro punto en contra. Para colmo, se viene el partido por la Copa Argentina, al que Gimnasia llega no de la mejor manera. Una lástima, pues de haber manejado “la comunicación” de otra manera, la masa tripera no estaría como está hoy, caliente como una pipa, y llamando a todas las radios para manifestar su bronca y hacerle todo tipo de planteos a “su técnico”.

En el fútbol suelen sacar ventajas los más vivos, y los más vivos, suelen abrir menos la boca, y cuando lo hacen, antes lo piensan dos veces. Recuerden, Gimnasia gano dos, empato dos, y perdió sólo dos. Sin embargo, la gente ya pide que su entrenador sea reemplazado si no le ganan a Racing.

Por Daniel López – @ElProfesorLópez.

Foto: Agata Natale.