Pedro Perez, uno de los héroes y máximo anotador del partido habló con Triperomaniacos en medio de los festejos por el ascenso a la primera división de la APdeB.
Tuvo una actuación consagratoria, de esas que quedan grabadas en la memoria para siempre. Seguramente Pedro Pérez le contará a sus nietos de este gran día, que todo el Polideportivo lo ovacionó de pie. Que anotó 28 y que junto a un grupo de juveniles lograron un histórico ascenso, luego de sufrir una injusticia. Un descenso decidido en un escritorio, no dentro de una cancha como debe ser.
En medio de los festejos, el gran Pedro (Paradojas del destino, el otro gran ídolo tripero se llama igual) se tomó 5 minutos y habló con nosotros para contarnos que significó para el este nuevo ascenso.
– ¿Que sensaciones te deja este nuevo ascenso?.
P: Felicidad, no puede haber otra sensación en un momento así.
– Fuiste la figura del partido, anotaste 28 puntos. ¿Esperabas semejante actuación?
P: No, sabía que íbamos a ganar y defender duro para llegar al objetivo planteado durante todo el año. Lo demás vino de arriba.
– La derrota en Ensenada, ¿Sirvió como un cachetazo?.
P: Es una final, se sabía que se puede ganar o perder. Ellos se hacen duros en su casa, entonces tuvimos que volver al Poli. Mas allá que no era lo que queríamos. Fue una derrota dura, pero supimos salir adelante.
– ¿Qué balance personal y del equipo haces del año?
P: Fue un año duro para nosotros. Enterarnos que por cuestiones extradeportivas debíamos jugar en una categoría a la cual no pertenecemos. Veníamos de jugar la final en la primera y terminamos jugando en la segunda. Me parece una injusticia pero eso ya quedó en el pasado. Somos de vuelta de primera, hicimos lo que teníamos que hacer.
– Vuelven a jugar el clásico. ¿eso es un condimento extra para el año que viene?
P: Si! Ni hablar, eso se descuenta. Para nosotros cualquier partido que vistamos la camiseta de Gimnasia es un orgullo. La defendemos con uñas y dientes.
– Para vos, ¿Que es defender la camiseta del Lobo?.
P: Es defender un equipo, defender una idea, una identidad. Defender un club, que aunque sea grande, tengo a mis amigos y a la gente que me quiere.
Querido e idolotrado, eso es lo que la gente le demostró en esa merecida ovación final. Que lo quiere, que día a día, en cada actuación de Pedro, el hincha se siente identificado. Esas lágrimas en el final en Ensenada, luego de ver frustrada una chance para ascender, por una polémica falta cobrada a el eran las lágrimas de un hincha. Todo eso es lo que transmite a la gente tripera que cada día lo quiere más y lo ubica en el lugar que Pedro se merece, el de IDOLO.
Por Bruno Calabrese – @brunocalabres