A la deriva

Editorial Fútbol Fútbol profesional Triperomaníacos

Gimnasia sigue en declive futbolístico, eliminado del Torneo Apertura, coquetea con el descenso y el DT ve cosas que no suceden.

La derrota contra Vélez en Liniers es mucho más grave que quedar eliminado del Torneo Apertura, a una fecha de que finalice el certamen. Gimnasia no pelea un torneo con una fase de grupos, que año a año demuestra que cualquier equipo serio puede acceder a los playoffs. Este 2025 no logró la clasificación ni aunque pasaban 8 de 15 equipos por zona.

Más allá de esto, con este flojo arranque el Lobo vuelve a coquetear con el descenso y andar en un limbo intrascendente de la máxima categoría del fútbol argentino. En estos tres años, se mantuvo en Primera División solamente por el hecho de la gran cantidad de equipos que hay y que tuvo la suerte de que algunos de ellos, tengan peor plantel o manejos deportivos.

Mientras Diego Flores habla de procesos, de planificar una pretemporada o hablar del Superclásico, su equipo juega cada partido peor, no gana hace 8 partidos (más de dos meses), nunca tuvo el aval de la gente y poco a poco pierde el apoyo del vestuario.

Sin identidad de juego, con una apatía que pocas veces se vio el entrenador tampoco parece transmitir algo y en este cúmulo, el hincha sigue pagando los platos de bancarse otro año de intrascendencia total. Aunque sorpresivamente el ciclo de Flores no terminó ayer a la noche e insólitamente podría dirigir contra Platense, la realidad es que debió terminar antes.

En este contexto, Flores sería el cuarto entrenador de esta Comisión Directiva que vuelve a repetir errores. A Sebastián Romero se lo bancó por de más ya cuando los resultados no lo sostenían, Gimnasia perdió puntos debido a esto y gracias a Nicolás Colazo y Nelson Insfrán se mantuvo en Primera.

Luego llegó el turno de Leonardo Madelón, que fue un manotazo de ahogado buscando que con lo anímico levante al plantel y logre la categoria, pero futbolísticamente iba en contramano de la Secretaría Técnica. Allí también se repitió otro error, gracias al triunfo en Santa Fe, se dio la continuidad del entrenador y empezó el 2024 al mando del Tripero con un mercado de pases donde se fueron más de 10 jugadores y llegaron otros más de 10 futbolistas.

Nuevamente lo mismo, no clasificó en la Copa de la Liga, se fue Madelón y llegó Marcelo Méndez. El uruguayo era el DT ideal de Mariano Cowen, Juan Pablo Arrién, Óscar González Arzac y Marcelo Gauna, tal es así que cuando se reunieron con él le llevaron una carpeta al uruguayo con todos sus números y justificando que querían que sea el lider del proyecto deportivo albiazul.

Sin embargo, nuevamente un mercado de pases pobre donde la mayoría de los que llegaron se fueron a los meses y además se fueron Benjamín Domínguez y Felipe Sánchez. El ciclo de Méndez comenzó con una ilusión total pero luego del receso de la Copa América nada fue lo mismo.

Salvo nuevamente una pequeña racha positiva, los jugadores no respondían como quería el uruguayo, la relación se fue desgastando y perdió una insólita tanda de penales contra Boca por Copa Argentina y aunque tenía chances de pelear por clasificar a la Copa Sudamericana, Gimnasia hizo todo lo posible para no hacerlo y perdió una enorme cantidad de puntos.

Llegó el turno del 2025 donde se espera que Méndez pueda administrar el plantel para volver a ser aquel equipo del comienzo de su ciclo. Pero si no hay una buena gestión e inversión para dar el salto, la ecuación no va a cambiar y así fue que el Charrúa perdió las primeras dos fechas y renunció.

Con pocas opciones que llamen la atención o que ilusionen al hincha, Diego Flores y Lucas Pusineri lucharon cabeza a cabeza para asumir en el banco Mens Sana. Así fue que el Traductor asumió el cargo, aunque sus números en Godoy Cruz eran normales y en San Martín de Tucumán hizo un campañón en la fase regular para después perder catastróficamente el ascenso.

En medio de eso, se dio la llegada de Mariano Messera como Director Deportivo y Gauna fue corrido a tareas administrativas, aunque nunca se pudo explicar de manera concreta el motivo del cambio. Potrerito optó por Flores y así llegó el nuevo DT.

Los primeros tres partidos daban muestra de algo diferente pero se repitió el círculo vicioso. Decisiones tácticas sorpresivas, pocos minutos a jugadores que lo merecían y una gran cantidad a otros que no están bien como Pablo De Blasis o Leonardo Morales y sobre todo, un manto apatíco que se traducía en el campo de juego.

En medio de todas estas enormes malas decisiones futbolísticamentes, siempre primó el morir con la mía. Tanto para la Secretaría Técnica como los entrenadores y también los jugadores. Hay poco mea culpa, ni hablar autocrítica.

Generalmente cuando los proyectos deportivos no funcionan, al menos el Director Deportivo o Mánager deja su cargo. Acá no pasó ni con tres entrenadores (pueden ser cuatro en breve). Ahora tampoco hay notas mediáticas tras cinco resultados buenos. Lo que sí sigue, es la soberbia.

Vale recordar que una cuestión primordial de está Comisión Directiva en lo deportivo, era gestionar bien los mercados de pases. “Gimnasia no puede traer 10 jugadores por mercados de pases” era la frase. Lo terminó haciendo en todos y salvo casos puntuales, el 90% se fue a los meses o al año ya que la mayoría llegó a préstamo o libre.

Con algunos dirigentes en desacuerdo por manejos en algunas disciplinas como así también con esta presente futbolístico, hay renuncia de algunos directivos y otros que se podrían sumar en las próximas horas.

¿Hasta cuándo Gimnasia va a seguir transitando este momento? ¿No merece el hincha o socio una explicación de este presente? ¿Para qué se pidió “una chance más” en la Asamblea de diciembre?.