Gimnasia dio vuelta el encuentro con un ingreso fundamental de Matías Abaldo y así sumó su primer triunfo, con Leo Madelón en el banco, contra un rival directo como Vélez. Buenos paretidos de Bolívar, Cabral y regreso al gol para Tarragona.
El Lobo dio una muestra de carácter fundamental y el ciclo de Leonardo Carol Madelón comenzó con una gran victoria por 2-1 frente a Vélez en la tarde de ayer en el Juan Carmelo Zerillo, así sumó sus primeras unidades para demostrar que está vivo en la pelea por el descenso y especialmente contra un rival directo como los de Liniers. A pesar de que el primer tiempo fue flojo para el elenco albiazul porque volvió a tener errores defensivos claros, le costó mucho generar juego y así fue que salvo alguna ocasión aislada no tuvo remates al arco.
Encima cuando estaba por llegar el final de la primera parte, donde hubo mucha fricción y garra más que juego, Braian Romero le terminó ganando en el aire a Guillermo Enrique para conectar un centro desde la derecha y poner un cabezazo exquisito al ángulo derecho de Tomás Durso que ya había tenido dos intervenciones claras. Con el 1-0 en contra, el segundo tiempo cambió totalmente para Gimnasia porque además del ingreso de Matías Abaldo por Alexis Steimbach desde lo actitud salió decidido a comerse al rival.
Con una intensidad mayor y mucha lucha en el mediocampo, el ingreso del urguayo también le dio mejoría en el ataque porque enseguida el volante por derecha con las primeras dos pelotas que tocó generó acciones de gol. Aunque la tercera fue la vencida porque a los 52 minutos Abaldo recibió un centro en la parte derecha del área y tras una mala salida del Chila Gómez, el ex Defensor Sporting tocó de una hacia el medio para que Cristián Tarragona cumpla con la ley del ex para el 1-1 de palomita.
Este cambio de actitud y la igualdad rápida, aumentó ese dominio del Mens Sana sobre los dirigidos por Sebastián Méndez. Encima nuevamente tendría respuesta rápida porque a los 60, Agustín Bolívar puso un pase exquisito a la espalda de los defensores para que Abaldo reciba mano a mano frente al arquero y con el control pudo eludir a Gómez definiendo con el arco en soledad para el 2-1.
Quedando media hora del encuentro, Madelón después fue moviendo el banco para buscar oxígeno en el mediocampo y en el frente de ataque con la intención de aguantar el envión de Vélez que terminó con 5 delanteros. Sin embargo, a pesar de algunos centros fallidos, Durso no necesito intervenir y Gimnasia aguantó de gran manera el resultado para hacer estallar el Bosque en la noche del miércoles.