El mediocampista central no para de crecer y volvió a ser figura. Gran producción del Bochi y loables rendimientos de Alemán, Morales y Pérez García.
Cecchini reconfirmó que está afianzado. Un verdadero reloj y el equilibrio de un equipo que de mitad hacia adelante, salvo justamente él, siente demasiado atacar, por más empeño que le pongan varios de ellos.
Un equipo sin brillo pero bastante “parejito”. Eso fue Gimnasia y “va queriendo”. Con más ganas que fútbol pero definitivamente en una curva ascendente en rendimiento pero sobre todo en resultados, el Lobo se reencontró con la victoria y dejó buenas sensaciones más allá del triunfo.
Justamente desde el empeño y el esfuerzo no se puede discutir a Brahian Alemán, que corrió una barbaridad y le dio claridad al Lobo cuando tomó las riendas y se lo pudo encontrar. Morales, una vez más respondiendo a pura sobriedad como primer zaguero. Pérez García, la “sorpresa” del once titular que le aportó buen pase y mayor volumen.
Un párrafo aparte merece el capitán. Licht volvió a ser titular después de mucho tiempo y lo hizo muy, muy bien. Con su clase de siempre, con la jerarquía que tanto lo ha caracterizado a lo largo de todos estos años. Pasando con un criterio absoluto en ataque, consciente de hasta donde sí, y hasta donde no. Redondeó una actuación realmente importante.
Así las cosas, Gimnasia recabó tres unidades más. Y también junta, de a poquito, rendimiento individual que alimenta a lo colectivo.