Gimnasia igualó 1 a 1 frente a Unión en su visita a Santa Fe. El Lobo jugó un más que aceptable primer tiempo y un deplorable complemento dónde paradójicamente se encontró con la igualdad mediante un gol de Barrios.
Nuevo empate para Gimnasia en la Copa de la Liga, en esta oportunidad en su visita a un más que complejo Unión de Santa Fe, en in territorio dónde al Lobo se le viene haciendo cuesta arriba últimamente cada presentación.
El partido comenzó con un Gimnasia protagonista, dueño de la pelota en el que para variar Alemán era manija, Carbonero una pesadilla para la defensa rival. Fue Matías Miranda quién en dos ocasiones hizo lucir la figura de Sebastián Moyano, primero tras un gran desborde de Weigandt, luego tras una preparada en un corner. Acto seguido Barrios avisó y la pelota rozó el palo derecho del conjunto local.
A partir de los 25 creció Unión y llamó al trabajo a Rodrigo Rey, uno de los mejores del Lobo. Primero tras un cabezazo bombeado, acto seguido después de un tiro libre difícil al borde del área.
Pero en el cierre el Tantengue se puso arriba en el marcador por medio de una contra y luego de una tapada de Rey que Cañete logró capitalizar. Lo pudo empatar el Lobo en la última, pero por centímetros Ayala no logró acertar de tiro libre.
En el complemento no pasaba nada. Gimnasia jugaba decididamente mal, no pateaba al arco y a Unión le servía. Rodrigo Rey salvaba las papas cuándo el Lobo quedaba mal parado luego de un contragolpe. Pero el equipo se mostraba previsible, lógico y el Tatengue cuidaba la victoria.
Hasta que a los 25 minutos la dupla movió el banco (ingresaron Pérez García y Ramírez) y el equipo mostró otra identidad. El punto de quiebre llegó a los 28′ con el gol, desborde de Carbonero, centro de Melluso y cabezazo letal de Lucas Barrios para el marcador final. 1 a 1 y cómo venía la cosa, puntazo.
No pasó mucho más, lo pudo ganar el Lobo pero careció de efectividad (uno de sus grandes males). Así las cosas Gimnasia salvó la ropa y encontró un empate frente a un rival que llegaba más que entonado, y que de ganar hubiese quedado puntero.