Muchos son los que aseguran que los deseos positivos, cuando más claros son, cuanto más se limpian de dudas, cuando no se confunde el camino y se apartan los temores, se terminan cumpliendo. Pero para que eso suceda debe separarse del deseo aquello que no sirve. Quizás por eso y porque las fiestas, al igual que Gimnasia, nos otorgan la oportunidad de abrazarnos y saludar a gente querida, de valorizar lo que tenemos y de ver cómo mejoramos el próximo año, es que creo sería buena idea: brindar, brindar mucho y nunca solos.
Brindemos por que la franja azul marino en el pecho siga embelleciendo el blanco y siga enamorando multitudes como hasta ahora.
Brindemos por todos esos socios que entregan su tiempo y su esfuerzo en pos de que en Gimnasia haya obras en construcción, buscando que el club crezca, yendo mucho más allá de sus obligaciones.
Brindemos porque el año próximo se trabaje para que todos aquellos que son de Gimnasia puedan ser socios, con su carnet. Recordando que Gimnasia siempre debería ser un club con muchos socios que paguen poco y no pocos socios que paguen mucho.
Brindemos porque vuelvan los visitantes y Gimnasia pueda seguir demostrando que es el club más movilizador del país. El único club invitado especialmente a los torneos de verano por su poder de convocatoria, el de las caravanas increíbles y bulliciosas.
Brindemos por seguir siendo solidarios, donando sangre en nuestras fechas patrias y trabajando en cada barrio humilde de La Plata, Berisso y Ensenada, llevando camisetitas para nuestros pibes y fiesta tripera a todos los rincones.
Brindemos porque cuando nos crucemos por la calle con algún otro tripero que luce algo del Lobo, sonriamos ambos, nos saludemos, sin importar si el otro tripero pertenece a otra clase social, es de otro signo del zodíaco, o no es cercano a nuestra edad, que volvamos a sentir que para un Tripero nada mejor que otro tripero.
Brindemos triperos porque se multipliquen los triunfos de los campeones de Futsal, que se tripliquen los goles en inferiores con pibes que quieran la camiseta y que quedemos disfónicos de tanto gritar goles nuestros en primera. Goles. Muchos goles. Brindemos por los goles del Lobo.
Brindemos por la casa propia que va creciendo y porque tengamos memoria de los héroes que lucharon por una causa que nos beneficia a todos y también por los que nos quisieron hacer creer, por años, que nada se podía hacer, que nada servía, sin comprender que a Gimnasia cuanto más le cuesta, más aparece la fuerza del Lobo.
Brindemos por pertenecer, por nuestro lugar en el mundo, por nuestros colores que laten diariamente, más allá de que haya partido o no, en azul y blanco.
Brindemos y cantemos, como si estuviéramos en la tribuna del Bosque, para disfrutarlo, por nosotros mismos y para que aquellos que nos miran, que son simples fans de jugadores, que no saben lo que es un desborde y hasta le tienen miedo, se sigan dando cuenta que el ser Tripero no se compara con nada y que no importa lo que te sucede sino la manera que tenes de vivirlo.
Brindemos porque nadie se sienta del todo prescindible en Gimnasia y nadie se crea imprescindible para el club.
Brindemos por nuestro Lobo, que siga siendo el símbolo de la solidaridad, la pasión y lo más popular de La Plata, Berisso y Ensenada.
Brindemos por encontrarnos gritando bien fuerte el próximo año: GINASIÁ! GINASIÁ! GINASIÁ!
Por Rafael Ton – @RafaTon