El Lobo acumula un tiempo considerable sin perder, pero tampoco ha sumado lo suficiente como para conseguir tranquilidad. De visitante, sí logró conformar una idea de juego sólida.
Gimnasia llegó, anoche en el Estadio Tomás Adolfo Ducó, a su cuarto partido sin perder en la presente Superliga. Si bien puede destacarse este dato como positivo, la realidad es que la racha tampoco le ha servido al Mens Sana como para despegar en las tablas. Es que de esos cuatro juegos, tres han sido empates y solo una victoria, ante Central Córdoba en el Bosque. El equipo de Maradona deberá volver rápido a la senda del triunfo, para darle un valor extra a las igualdades.
Frente a Arsenal en 60 y 118, fue la última vez que el conjunto albiazul cayó en el campeonato (0-1). De ahí en más y hasta cerrar el año, acumuló un empate frente a Banfield en el Sur (1-1) y el festejo ante los santiagueños (2-1). En la reanudación del certamen, no pasó de la parda ante sus dos rivales: 0-0 ante Vélez en el regreso, y 1-1 ante Huracán ayer. La falta de poderío ofensivo, el principal detonante, dado que el tripero mereció más pero sumó poco.
MEJOR DE VISITANTE
Donde sí ha conseguido más tranquilidad Gimnasia, es decididamente lejos de su cancha. Jugando como visitante, el Lobo no pierde desde la fecha 7, cuando cayó de manera polémica en Córdoba frente a Talleres por 1-2. De ahí en más, contabiliza tres victorias y dos empates: venció a Godoy Cruz (4-2), Newell’s (4-0) y Aldosivi (3-0). Además, igualó ante Banfield y Huracán. De esta forma, lo que fue una constante el año pasado, se mantuvo en el inicio del presente año: los dirigidos por Diego se hacen más fuertes fuera de La Plata.