Perjudicado y punto

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Gimnasia jugó un muy buen partido en el Sur, lo ganaba con el gol de Ramírez pero una deplorable actuación de Espinoza hizo que el Taladro se lo empate y juegue con uno menos 60 minutos por la expulsión del pibe Insfrán. El Lobo fue sólido, compacto e inteligente. 

El equipo de Maradona hizo un partido como para ganar. Hizo un gran juego, con once, y con diez. El golazo de Ramírez parecía la conducción hacia una nueva victoria fuera de casa, pero en el camino se cruzó Espinoza y el triunfo no pudo ser.

De arranque nomás, sobre los 12′ y con una gran acrobacia dentro del área, Ramírez ensayo una chilena preciosa para abrir el marcador. Gimnasia, a partir de la ventaja, siempre sólido y corto, agazapado para una contra y más cerca del segundo que el Taladro del empate.

En ese lapso, el juez amonestó a Insfrán a los ¡13! minutos por una supuesta demora. Y en media hora, un pelotazo largo para Lenis lo dejó solo con el propio arquero tripero, pero el colombiano se tiró claramente ante el achique y Espinoza vio, o quiso ver penal y cobró la pena máxima, mostrandole además la segunda amarilla y por lo tanto la roja a Insfrán, arruinando el sueño y el debut del arquero tripero.

Martín Arias sustituyó a Paradela y todo volvió a foja cero, alterando el plan de partido que al Lobo le salía a la perfección. Dátolo cambió penal por gol y así quedaría el resultado definitivo.

Gimnasia resistió una hora con un hombre menos, y hasta podría decirse que terminó más cerca de ganarlo que el local. Sólido, compacto, un equipo serio: eso fue el Lobo en el Sur. Aún con el hurto de partido propinado por Espinoza, el conjunto tripero no perdió los estribos. Así debe ser, así debe jugar todo el campeonato. Perjudicado y punto. Vale.