Que sea una bisagra

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El triunfo ante Patronato debe tener un valor significativo más allá de la importancia de los tres puntos obtenidos. Se viene una seguidilla de exigentes partidos en donde Gimnasia tiene que dar con la talla y qué mejor que hacerlo a partir de esta última victoria.

En medio de una búsqueda de equipo, el andar es irregular y los resultados así lo indican, con dos victorias, dos derrotas y una igualdad. De la mano de Troglio, nombre fundamental para tener la paciencia necesaria, el Lobo va encontrando el rumbo y dio signos muy positivos en Paraná que van más allá del triunfo.

El entrenador eligió cambiar el esquema una vez más y optó por un equipo “lógico”. El 4-4-2, con un generador de juego al lado del volante central y el doble nueve, pareció quedarle mucho mejor al equipo, que en el primer tiempo presionó alto y en bloque, con mucha verticalidad y elaborando jugadas de ataque realmente interesantes, tal y como se caracterizan los buenos equipos de Troglio.

Por eso, estos signos positivos deben ahora solidificarse, lo que irá de la mano con seguir consiguiendo buenos resultados y más aún en esta exigente seguidilla, donde Gimnasia se las verá con Central en el Bosque, luego ante Boca por la Copa Argentina y tras ello, Unión en Santa Fe (donde no pierde hace 16 partidos) y por último recibiendo al equipo sensación del fútbol argentino como Godoy Cruz.

En la angustiante lucha de los promedios el Lobo logró tomar aire y se acercó de manera importante a aquellos equipos que tiene por delante, por lo que desde los resultados, propios y ajenos, también resulta vital haber entrado en pista para despegar en este momento, que parece el más propicio en todos los sentidos para empezar a ver al “Gimnasia de Troglio”, con sello distintivo y logros de relevancia.

Foto: La Nación