Gimnasia sigue en la nada misma, es parteneire en cada partido y hoy fue víctima de Talleres, que lo venció por 2 a 0. Penosa actuación del Lobo, que llegó a la sexta derrota en fila y será uno más en la lucha del descenso para la próxima temporada.
Cada vez más difícil encontrar adjetivos, cada vez más complejo explicar los partidos que realiza Gimnasia.
Esta tarde en Córdoba, el conjunto tripero deambuló por el campo de juego y fue parteneire de Talleres, que recién pudo doblegarlo en el complemento por propias falencias y no por virtud del Lobo, que en ningún momento recordó que había dos arcos.
Tal es así, que en el complemento salió sin centrodelantero. Sava sacó a Contín, también a Ramírez, e incluyó a Bonifacio y Colazo, nítida muestra que buscó simplemente mayor solidez y bajar la persiana.
Sin embargo, los locales siguieron llegando con claridad, desnudando todas y cada una de las flaquezas de un Gimnasia realmente híbrido, sin alma ni fútbol.
Se veía venir y llegaron los goles. Primero Aldo Araujo y luego Júnior Arias, le pusieron cifras definitivas al juego y decretaron una nueva derrota tripera.
La situación es cada vez más delicada. Gimnasia es el peor equipo de la Superliga exceptuando los descendidos y justamente, en la próxima temporada deberá abocarse de lleno a la lucha de la permanencia. Se subestimaron partidos. Por lo tanto puntos. Y cuando había que tomar decisiones, las mismas no llegaron.
Todo Gimnasia lo reclama a gritos. Que termine el campeonato ahora mismo. O ayer.