En horas de la tarde, Mariano Soso renunció a su cargo como entrenador del primer equipo de Gimnasia. Analizamos sus números en el primer semestre de la temporada y las decisiones dirigenciales que llevaron a su alejamiento. OPINIÓN.
Gimnasia apostó a un proyecto a largo plazo, a un entrenador desconocido en el ámbito del fútbol local. Con hambre de gloria e intenciones de trabajar para lograr que el Club tenga una identidad reconocible. La promesa inicial hablaba de pocos refuerzos, pero de calidad y apostar al potenciamiento del plantel y desarrollo de los juveniles.
Claro está, de esto poco puede verse en tan solo cinco meses de trabajo. Y los números iniciales del entrenador en la primera parte de la temporada 2017/18 dejaban mucho que desear, ya que logró 4 victorias, 1 empate y 7 derrotas. Si bien el estilo de juego de Gimnasia se distanciaba de forma drástica del mostrado en el torneo anterior, la irregularidad de su equipo asomaba como alarmante.
En cuanto a lo que fue el torneo se puede concluir que le costó encontrar el equipo – como sucede con muchos entrenadores, más aún si vienen de afuera-, incluso aún después de su primer triunfo (1 a 0 ante Olimpo). Fue a partir de la goleada 4 a 0 ante Velez donde su idea comenzó a plasmarse, pero la irregularidad de su equipo que era un verdadero Lobo feroz en el Bosque, pero se volvía un equipo apático de visitante impidieron que Gimnasia redondease una buena primera mitad de campeonato.
En cuanto al potenciamiento de jugadores, se puede destacar que se vio la mejor cara de Brahian Alemán -la figura del equipo en la primera parte del campeonato-, recupero a Nicolás Colazo, que llegaba del fútbol australiano y muchos dudaban de su rendimiento y logró adaptar a nuestro fútbol a un prometedor Omar Alderete. Del resto no hubo grandes sorpresas, Fabián Rinaudo siguió mostrando un rendimiento acorde al que acostumbraba, Ezequiel Bonifacio no llegó a explotar con los cambios de sistema propuestos y las falencias en defensa hicieron que Alexis Martín Arias -del los mejores arqueros de nuestro fútbol- tenga, hoy por hoy una de las vallas más vencidas del campeonato.
Por último juveniles, sólo subió a primera Agustín Bolivar se gran desempeño. Matías Melluso llegó a ir al banco de suplentes frente a Chacarita. Aquí es donde uno se quedó con ganas de seguir observando su trabajo puesto a que si bien fueron pocos los promovidos Soso observaba mucho la cantera Mens Sana. En cada jornada de inferiores se detenía a ver los partidos y charlar junto a Marcelo Ramos y los distintos entrenadores. Si no podía estar presente, uno de sus colaboradores era el encargado de presentarle un informe de los partidos y como bien dejó en claro Ramos en dialogo con Triperomaníacos Radio: “Cada juvenil que sube a trabajar con Soso vuelve con una sonrisa de oreja a oreja”.
FALSAS PROMESAS
Días atrás en una entrevista exclusiva para TM Radio, el Presidente de la institución hizo un mea culpa y reconoció que la CD subestimó el mercado de pases para la primera parte del torneo e incluso prometió que para este semestre llegarían refuerzos de jerarquía para que el entrenador pudiese trabajar a gusto.
Mariano Soso tenía pensado contar con 6 u 8 refuerzos para comenzar a trabajar y plasmar su idea, la AFA solo le permitiría al Club incorporar 4, de los cuales sólo llegaron 3 incorporaciones, Nicolás Colazo, Nicolás Dibble y Omar Alderete.
Finalizado el encuentro ante River, el entrenador se iba del Bosque con la promesa de que llegarían refuerzos de jerarquía para la parte final de la temporada. Días atrás, como es de público conocimiento, la comisión directiva ratificaba la necesidad de apostar al campeonato económico y se dejaba en claro que no llegarían incorporaciones a menos que las mismas llegasen en libertad de acción. Nuevamente el primer mandatario y Roberto Depietri le fallaban al DT. Generando, de este modo, la última desilusión para el entrenador y en consecuencia el portazo definitivo.
¿Es desacertada la renuncia del entrenador tomando en cuenta el panorama?. Por un lado, Soso era consciente de que Gimnasia es un Club concursado y estaba al tanto de que los números no eran los ideales para armar un equipo que se posicionara en los primeros puestos del campeonato. Por otro el mánager, Roberto Depietri deberá hacerse cargo de una apuesta que no llegará a prosperar debido a las promesas incumplidas, la mezquindad de ambos mercados de pases.
El panorama no es el más alentador para Gimnasia. Que ante el alejamiento de su entrenador debería apostar a técnicos del riñon Albiazul, que conscientes de la situación económica actual deberán potenciar de una vez por todas al plantel y apuntalar a los juveniles para que puedan dar su tan esperado salto a primera.
Por Fabricio Falco – @Fabrofalco