Gimnasia retrocedió casilleros y cayó con el débil Chacarita por 2-0. El Lobo volvió a cometer errores infantiles que le significaron la derrota frente a un rival que no había ganado en el campeonato. ¿Cuál es la verdadera cara del equipo albiazul?
Derrota dolorosa y que llena de interrogantes difíciles de sobrellevar. Gimnasia venía de ganar, de gustar y de golear, pero en la noche de San Martín fue una sombra y perdió con Chacarita por 2-0, siendo un equipo híbrido e inexpresivo.
De arranque las cosas no parecían pintar mal. El comienzo del Lobo fue aceptable, aunque sin llegar del todo claro al arco de Fernández.
Sin embargo, con los minutos Chacarita se fue metiendo en el partido y aprovechando constantes desacoples de la defensa tripera, comenzó a complicar. Sobre el cierre del PT, finalmente los locales llegaron a la apertura del marcador, tras un córner en donde Gimnasia marcó muy mal y Martín Arias se quedó estático, Rosso puso el 1-0.
Y el mazazo llegaría apenas después del descanso. Matos, justo Matos, un futbolista que pasó con pena y sin gloria por Gimnasia, recibió sólo, giró, hizo lo que quiso y de zurda batió a Martín Arias para el 2-0.
Ese gol significaría un golpe duro para el equipo de Soso, que tuvo alguna que otra aproximación gracias a la rebeldía de Dibble, pero no mucho más. De hecho, el Lobo terminó salvándose en un par de ocasiones de otro tanto funebrero.
Perdió con el colista de la Superliga. Volvió a jugar muy mal. Defendió pésimo. Y la pregunta es inevitable. ¿Cuál es la verdadera cara de Gimnasia? Dolorosa involución…
Foto: G.Mainoldi/El Día