Gimnasia pagó su ineficacia y cayó nuevamente como local. Fue 3 a 1 ante Lanús, que llegó poco pero concretó y se llevó el triunfo. El gol del descuento albiazul lo marcó el ingresado Mazzola.
El Lobo retrocedió casilleros. Volvió a ser endeble en defensa, y por sobretodas las cosas, repitió la poca concreción de Bahía Blanca, pero esta vez no se lo perdonaron.
De arranque pegó el Granate, tras una desatención defensiva que derivó en la apertura del marcador de Sand. Todo el primer tiempo fue del Lobo, que tuvo la pelota y llegó con peligro al arco de Monetti, pero siempre con la mira torcida.
Sobre el cierre de ese primer acto, Gimnasia quedó descompensado en defensa, Rojas se le escapó a un Rinaudo perdido y Fito le cometió penal, que Sand cambió por gol para ir al descanso 0-2.
El complemento siguió similar al primer tiempo, con un Lobo dueño del balón y las acciones, pero ineficaz. Cuando corrían 23′, una mano para la polémica de Rinaudo derivó en un nuevo penal granate, en una decisión de Loustau que deja mucha tela para cortar.
Y todo volvió a ser un calco: Sand venció otra vez a Martín Arias y sentenció el juego 3 a 0. Segundos después, Gimnasia lograría el 1-3 con un cabezazo de Mazzola, tras un barullo en el área que terminó con centro de Alemán para el delantero ingresado.
Luego del descuento el triperío soñó con la remontada, que bien pudo ser posible si Gimnasia no fallara como falló -y falla- en la concreción de las jugadas. El Lobo jugó, construyó y dilapidó. Fue final y se volvió a perder en el Estadio del Bosque, pero no hay otra opción que levantarse y continuar.