En un flojisimo partido, Gimnasia se despidió de la Copa Argentina cayendo 2 a 0 ante River y ahora deberá apuntar a cerrar el año decorosamente.
El Lobo no jugó el partido esperado, cometió errores infantiles y ante un rival de jerarquía como el equipo de Gallardo, lo pagó caro.
El encuentro estaba parejo y sin mayores situaciones de gol, hasta que sobre los 40′ Nacho Fernández realizó una gran jugada sobre la derecha, mandó el centro y Driussi anticipó a una pasiva defensa albiazul para poner el 1-0.
Serían cinco minutos fatales para el Lobo, porque unos segundos después, Ramos la perdió increíblemente en la salida y Alario aprovechó, para ajusticiar a Martín Arias con un gran cabezazo.
Conmovido por el 0-2, Gimnasia salió con una hibridez alarmante a jugar el segundo tiempo. Jamás estuvo cerca de descontar y no perdió por goleada sólo porque River quiso.
Así, se termina un gran papel del Lobo en esta Copa Argentina, lamentando el cómo en esta última presentación pero no dejando de valorar lo bueno que se realizó.
Será hora de barajar y dar de nuevo, porque el conjunto albiazul navega por la mitad de la tabla en el torneo y deberá comenzar a escalar en las posiciones.