Gimnasia jugó mal, pero pudo conseguir el boleto a 16vos de final al vencer, con angustia, 2-1 a Deportivo Madryn. Mansilla en contra y Leandro Contín, los goles de un Lobo que deberá mejorar considerablemente.
El equipo dirigido por Gustavo Alfaro tuvo una noche para olvidar en Sarandí, pero la diferencia de categoría se fue notando con el paso de los minutos y con poquito, Gimnasia obró el pase a 16vos de final.
Lo peor del partido fue el arranque, no sólo porque el Lobo entró “dormido” sino que también porque recibió un cachetazo de entrada, ya que a los 15′, Benítez rechazó mal en el salto y tras un par de rebotes, Michelena sacó una mediavuelta imposible para Martín Arias y abrió el marcador.
A partir de allí, con Meza como abanderado, Gimnasia avanzó en campo rival, sin ser claro y en una noche donde se notó deslucido a gran parte del equipo. El Lobo iba, pero sin tener situaciones nítidas. Tal es así, que llegó al empate tras un centro de Castillón que terminaba en las manos del arquero, pero Mansilla se cruzó en el camino y en su afán de rechazar, la metió en su propio arco y puso el 1 a 1.
Ya en el complemento, los albiazules mejoraron su producción en el arranque, y tras una guapeada de Meza sobre la derecha, el correntino cedió para Contín, que en una jugada sucia por donde se la mire, pudo empujarla para decretar el 2-1 que sería definitivo.
Una vez conseguida la ventaja, nuevamente Gimnasia mermó en su juego y tuvo poquísimas ocasiones como para poder liquidar el partido. A tal punto que en la última jugada del encuentro, Ibarlúcea estrelló un remate en el palo que hubieran significado los penales.
Con mucho por corregir, el Lobo se pudo quedar con la victoria y está en 16vos, instancia donde ya conoce rival: Instituto de Córdoba, que tachó a San Martín de San Juan por 1 a 0.