Gimnasia mejoró levemente su imagen, pero perdió nuevamente. Fue 0-2 en su visita a Independiente y sigue sin sumar ni hacer goles en lo que va del Torneo Apertura.
Gimnasia sigue viviendo una pesadilla, no levanta cabeza en el Torneo Apertura y ayer por la noche, los dirigidos por Fernando Zaniratto cayerón 0-2 en su visita a Independiente y profundizaron la crisis de un equipo albiazul que teme por la permanencia.
Fue un inicio de partido complejo el que se dio en el Estadio Libertadores de América. Los locales tuvieron una clara y Gimnasia respondió al instante, con un Alan Sosa picante que tuvo un cabezazo potente para abrir la cuenta y también un tiro de Rodrigo Castillo. Más allá de eso, a los 10 minutos un polémico penal cobrado por mano inexistente de Suso le permitió a Ávalos adelantar a los locales.
Los minutos fueron pasando y el desarrollo del juego era favorable al Rojo, pero dejó de llegar con peligrosidad al arco albiazul. Una contra de Panaro fue la única oportunidad que temrinó generando Gimnasia sobre el cierre de la primera mitad.
El segundo tiempo tuvo un inicio más dinámico, con dos oportunidades para el dueño de casa, aunque minutos más tarde Gimnasia se fue acomodando e inquietó a Rodrigo Rey, haciéndolo en un momento la figura del Rojo, primero con un bombazo de Leonardo Morales que tomó la lanza y después con una genialidad del Pata Castro, que casi convierte un gol memorable.
El Lobo no pudo igualar y de contra el local hacía trabajar a Ingolotti, pero nada pudo hacer cuando a los 36 minutos Corbalán le entregó el primer gol en Independiente al colombiano Angulo. Tras ello todo fue nervio, vio la roja el debutante Villarreal, y todo terminó en frustración.
Fue derrota 0-2 para Gimnasia, que no descansa y ya piensa en lo que será el partido del miércoles frente a Deportivo Español por los 32avos de Final de la Copa Argentina. Una necesidad imperiosa, para un equipo que necesita reconstruirse desde lo anímico y desacostumbrarse a la derrota.
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